Ajuste fino

Antonio Castro / Ancastro@huelvainformacion.es

La comitiva y los daños

SI hay algo que demuestre la capacidad de gestión del alcalde de Almonte, Francisco Bella, es que cuando sus compañeros del PSOE, con Barrero a la cabeza, han llegado a Matalascañas a ver los daños causados por el último temporal, la zona estaba en perfecto estado de revista.

Y es aquí donde está la clave del asunto. Si el equipo de Barrero tarda tres días en visitar los lugares azotados por el viento y la lluvia para valorar los desperfectos y el alcalde de turno ha procurado antes solucionar el problema, cuando la comitiva llega no hay motivo para apoyar una reivindicación de daños, porque los daños los ha limpiado la pala mecánica del Ayuntamiento.

Los daños por lluvias e inundaciones tienen su peor enemigo en la temporalidad de la climatología. Por ejemplo, hace unos dos años, la Sierra sufrió las consecuencias de la mala climatología, e incluso desapareció una mujer, arrastrada por el agua y el barro, cuyo cuerpo desgraciadamente no ha aparecido aún. Pues bien, los daños aquellos nunca se evaluaron por completo y, por otra parte, los vecinos afectados, por unos motivos u otros, nunca recibieron las indemnizaciones. En algunos casos, esos vecinos ni sabían siquiera a quién, cómo y dónde pedir lo que necesitaban para paliar los daños del temporal.

El problema de la climatología es que las nubes pasan y cuando llega el sol la gente olvida, es decir, por aludir al refranero, no nos acordamos de santa Bárbara hasta que truena. Y a veces, cuando la oficialidad llega al lugar del trueno, el alcalde de turno ha limpiado la huella del desastre porque tiene que responder ante sus parroquianos y los turistas, y el daño ya no está.

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