Opinión

Antonio Carrasco / Huelva

Zambrano frena la euforia

El entrenador agradece los elogios constantes, pero pide que el equipo recupere la normalidad para trabajar · El técnico onubense avisa del riesgo de caer en el exceso de confianza

Se acabaron los baños de elogios y el jabón. Zambrano se siente entrenador de Primera, del Recreativo con todas las de la ley y pide que sea tratado como tal. El efecto novedad debe dar paso a una normalidad total, que incluya sus aspectos positivos y negativos. El técnico onubense agradece las muestras de apoyo y afecto, pero es consciente de lo mucho que queda por delante. "Es el momento -asegura- de pensar en las quince finales que tenemos por delante o los 45 puntos, me da igual como lo queramos llamar".

No puede ocultar que la victoria frente al Espanyol en su estreno en el banquillo fuese "el debut soñado", si bien "ahora tenemos que olvidarnos de toda la novedad y la sorpresa de la semana pasada para comenzar a trabajar con normalidad y responsabilidad, porque el domingo viene el Deportivo de la Coruña y tenemos que dar otro paso importante hacia la permanencia en Primera División".

La velocidad con la que se produjeron los acontecimientos hace que "aún no haya digerido del todo la nueva situación", por ello pide que se olvide un poco su figura "para centrarnos en los futbolistas, porque son ellos los verdaderos protagonistas de todo". Lo que más le preocupa es "la euforia que se pueda desatar", apela para ello a "la prudencia. Hay que ser prudentes en todo. No hemos conseguido nada todavía y tenemos que mantener la cabeza fría y los pies en el suelo. Por los jugadores estoy convencido que no habrá problemas porque cuando entramos en el vestuario después de ganar al Espanyol ya se escuchaban los gritos hablando del Deportivo. Eso mismo hay que transmitírselo a la afición".

Una de las claves de la victoria en su estreno fue el factor sorpresa. Los españolistas esperaban un rival "asustado, que las pasara canutas y no tuviera claros los conceptos, no con el desparpajo que mostramos. Lógicamente ese factor sorpresa va a ser muy complicado que se repita mucho más porque cada vez nos conocerán más. Me gustaría poder tener siempre el ritmo de la primera mitad, pero los rivales cambiarán y nos tendremos que adaptar. Me gustaría poder ser el mismo equipo dentro y fuera de nuestro campo". Sólo le pone un pero de momento al rendimiento del equipo: "Tenemos que mejorar sin balón".

Para conseguirlo cuenta con el respaldo total de una plantilla que ha cambiado fundamentalmente en "confianza, implicación, autoestima y fe en el trabajo que realiza". Esto le permitirá "tenerlos a todos igual de motivados porque quiero que todos se sientan útiles, hasta Congo pese a no tener ficha. Habrá minutos".

Sin la presión del estreno, lo que no podrá evitar será el hormigueo previo al debut en "mi casa, con mi gente, mi familia y mis amigos. Me gustaría que todo el mundo se concienciase de la necesidad que tiene el equipo de sentirse arropado porque el domingo podemos dar un paso decisivo para la salvación".

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