Después de una serie de campañas, más o menos cómodas para los objetivos del Recreativo de Huelva, nos hemos encontrado con la presente, que no puede ser más extraña o anómala. Todo comenzó en la pretemporada, donde la contratación del técnico, que tendría que sustituir a Marcelino García Toral, fue toda una odisea, saliendo nombres de técnicos que no acababan de cristalizar las negociaciones para, al final, decidirse por Víctor Muñoz. Fue el último club de Primera División en contratar el máximo responsable de la plantilla. En la pretemporada el Recreativo no ganó ni un solo partido, pero había confianza. Posteriormente, el caso Ersen Martín ocupó la actualidad recreativista durante unos pocos de meses y hasta que llegó el turco pasó un tiempo más que considerable. Además, se presentó con muletas, pues el delantero llegó lesionado. Esto unido a que Sinama Pongolle se llevó también buen tiempo en el dique seco, obligó al club decano del fútbol español a fichar a Congo, para tres meses después dejarlo sin ficha en el mercado de invierno. Los malos resultados no tardaron en llegar, incluso con una racha terrible de muchos partidos sin ganar e incluso sin llegar a marcar en todo ese tiempo. Unos pedían la destitución del míster, otros lo apoyaban. Una mini racha de buenos resultados lo mantienen en el cargo para, posteriormente, llegar a otra crisis, que dio con los huesos del aragonés en la calle, cogiendo las riendas de la primera plantilla Manolo Zambrano.

Comienzo ilusionante con la victoria ante el Español de Barcelona, algunos futbolistas critican a Víctor Muñoz y dicen que con Zambrano la cosa va a cambiar y de momento se acallan las voces hacía el banquillo, pues Manolo es de la casa y se merece la oportunidad, además los propios jugadores manifiestan que están con el nuevo entrenador y que van a sacar al Recreativo de los puestos bajos de la tabla clasificatoria. La euforia se desata y el personal vuelve a ilusionarse, pues la verdad es que los albiazules están cosechando más puntos que cuando estaba al frente del equipo Víctor Muñoz, pero sin llegar a salir del pozo, que, en definitiva, es de lo que se trataba.

Luego viene el tema de los arbitrajes y de los errores humanos de los colegiados, que están condenando al Recreativo a una situación que se está convirtiendo en insostenible, llegando a perder una serie de puntos más que considerables por culpa de los trencillas de turno y no creemos que haga falta reseñarlos, pues están martilleando en la mente de los aficionados, que ven como al club más antiguo de España sale perjudicado de muchos partidos por las decisiones de estos señores encargados de impartir justicia en el terreno de juego, pero se comprueba a las claras, que solo la administran y que la sacan a relucir cuando a ellos más le conviene, y miren ustedes por donde, en infinidad de ocasiones para perjudicar los intereses del Recreativo de Huelva.

A pesar de todo lo contado con anterioridad hay una cosa muy clara, el Recreativo de Huelva tiene posibilidades de salvar la categoría y depende de él mismo para conseguirlo, con permiso de los colegiados que le toquen de aquí a final de temporada.

Para ello, todos deben hacer un gran esfuerzo y que toda la plantilla, fundamentalmente, confíe en sus posibilidades y pongan todo lo que llevan dentro, siendo generosos en el esfuerzo y no decayendo ante la posible adversidad que se pueda presentar en cualquier momento o, lo que es lo mismo, luchando hasta la extenuación, sabiendo que detrás van a tener una masa social que los van a apoyar en todo momento y que van a valorar positivamente cuanto hagan para que el equipo recreativista se pueda quedar la próxima temporada en la liga de las estrellas. Confiemos en ello.