Yconoceréis la verdad, y la verdad os hará libres", dijo Jesús a sus discípulos. La frase, que se puede aplicar desde tiempos inmemoriales, sigue vigente y así seguirá por los siglos de los siglos. Hemos conocido esta semana que el Ayuntamiento de Huelva ha firmado ya con Hacienda el depósito de los 7,5 millones de euros para poder soltar al Decano de sus cadenas. Buena noticia, aunque algunos hayan mostrado el desacuerdo con el acuerdo. El Decano es una de las más importantes señas de identidad de esta provincia. Y el Decano, dicho esto desde el más absoluto respeto hacia los disidentes, le ha dado más a esta capital y provincia que al contrario.

La memoria es débil, o frágil, como prefieran. Y este club, esta seña de identidad, ha generado empleo y riqueza. No olvidemos los tiempos felices, ahora que pintan bastos. Es dinero público, cierto. Y ese dinero necesita de un convenio en el que se refleje que el montante dinerario tiene que regresar a las arcas del Ayuntamiento en tiempo y forma. Una vez vendido el club y con las cláusulas correspondientes para que no se caiga de nuevo en el pasado oscuro y rancio.Huelva le debía una al Recre y acaba de pagarle. Y una vez consumada la viabilidad del club, al menos en principio, es tiempo de abrir puertas y ventanas para que entre la gracia de Dios. Cierto es que hay cosas que exigen prudencia y contención. Pero llegados a este punto, harían bien los responsables en explicar las cosas con todo lujo de detalles. No se nos puede olvidar que la gente, la afición, salvó a Recre en su momento y que ahora vuelve a hacer lo mismo a través de los representantes políticos, que a la postre toman la decisión porque la confianza de la gente así lo determinó en su momento.Decir las cosas como son suele ser una ventaja. Si todo se explica con naturalidad la ciudadanía acaba entendiéndolo. No se entiende cuando no se explica nada. Y partimos de la base que hay cosas que sólo se pueden decir en el momento justo. Paró la tormenta. Luce el sol. Es tiempo de primavera. El Recre se libera de cadenas. Pero precisamos saber la verdad de todo. Sólo así seremos libres algún día. Y los discípulos seguirán haciendo camino.