El Recreativo es un tema de actualidad que tendrá que solucionarse en el corto plazo pero que deberá juzgarse con la perspectiva que da el paso del tiempo. Para bien o para mal, la labor que desarrollan los actores que ahora lidian con la situación del Decano llegará, y no parece conveniente valorarla en estos momentos de tensión. Con mucha probabilidad, lo que ahora nos parece una tragedia (perder 2-4 contra el último clasificado) se puede convertir en una simple anécdota. Porque, se gane o se pierda, el club Decano se juega la desaparición en su partido con Hacienda y no sobre el terreno de juego contra el Sanluqueño.
El Decano se está jugando su supervivencia. El Ayuntamiento se está jugando su compromiso por salvar a una seña de identidad. La ciudad se juega una parte de su patrimonio histórico y deportivo. Y el equipo se juega la permanencia. Y en ellos hay que confiar para sacar la nave a flote. El Recre es un barco que está hundido y al que hay que sacar a la superficie con urgencia pero con cabeza, para que no vuelva a hundirse jamás.
El tiempo pondrá a cada uno en su sitio. El tiempo sanará las heridas abiertas que el Recreativo tiene en la actualidad o las cerrará para siempre como un recuerdo perdido. El tiempo lo dirá y entonces tendremos que juzgar a unos y a otros.
Los jugadores, entrenadores, presidentes y propietarios que ha tenido el club en su historia reciente ya ocupan un sitio en la mente de los recreativistas. Ya sabemos qué bien hicieron y qué ruina nos dejaron. Los que ahora están, de un mérito enorme por la complejidad del momento, también tendrán su juicio. El tiempo lo dirá…
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios