El fútbol profesional cada vez está más estructurado en España, mientras que el amateur cae en desconsideración, al menos en atenciones por parte de la Federación Española y Andaluza. Es posible que la llegada de Luis Rubiales cambie algo, o mucho, pero la clave, y lo he dicho mil veces, está en los clubes.

Viene esto a colación como consecuencia de la situación del Cartaya, que se queda a expensas de lo que puedan hacer otros después de conseguir la permanencia. La circular de la Federación Andaluza de Fútbol lo deja claro. Tiene que aguardar a que no ascienda el Ceuta y que ascienda otro del grupo décimo de Tercera, o en su defecto, los cuatro. Como ven la situación es peliaguda, por no decir deprimente. Y con todo lo que comporta eso a la hora de planificar, que es cero.

Vaya por delante que la situación del Cartaya tiene un solo culpable, él mismo, que no ha dado de sí lo que se esperaba y la cantidad de errores o pecados le han conducido directamente al purgatorio. Y menos mal que con Limón en el banquillo ha hecho números de ascenso. El caso radica en todo lo que están consintiendo los clubes, por la falta de criterio y unión para que la Federación Andaluza saque circulares de un día para otro. Si al principio de temporada se dijo que descendían cuatro, descienden cuatro y punto. El problema es que se dejan apéndices abiertos para que, según llueva, saquen un paraguas u otro.

Resulta que es posible que el grupo décimo, tal cual la situación, quede al final con 22 equipos, es decir, con dos más que esta pasada temporada, por lo que la gran damnificada es la División de Honor, categoría que no se piensa ampliar, con el perjuicio que eso supondría para el Cartaya.

El fútbol modesto es el granero del profesional. Y si eso no lo estima así la Federación Andaluza, pues habrá que hacérselo ver, por las buenas o por el otro camino. Pero para eso hace falta unidad y una sola voz. Y me da que aún estamos muy lejos de esta hoja de ruta. Luego nos ponemos a llorar según a quien le toque. Y así nunca nos sacudiremos las pulgas.