Provincia de Cádiz

Asesinatos en Barbate: Objetivo Karim

Compañeros llevan a hombros el féretro del agente Miguel Ángel Gómez para el funeral en la Catedral de Cádiz.

Compañeros llevan a hombros el féretro del agente Miguel Ángel Gómez para el funeral en la Catedral de Cádiz. / Jesús Marín

Karim. Así se llama el enemigo número 1 de la Guardia Civil en estos momentos. Una vez descartado que la narcolancha pilotada por Kiko El Cabra fuera la responsable de la muerte de los agentes David Pérez y Miguel Ángel Gómez en el puerto de Barbate aquella aciaga noche del 9 de febrero, todas las miradas están puestas en un ciudadano marroquí que presuntamente sería quien habría tomado la decisión de pasar por encima de la zódiac de la Benemérita en varias ocasiones con la intención de matar.

El mutismo en el Instituto Armado en torno a la caza de Karim es absoluto. Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) y de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz están al frente de una investigación que ha cruzado el Estrecho en busca del presunto responsable de la tragedia, un conocido narcotraficante, natural de Tetuán, de unos 40 años, y que lleva media vida transportando en su potente goma de cuatro motores fardos de hachís hasta las costas gaditanas.

Poner a Karim ante la justicia española para que responda por los crímenes que se le atribuyen no parece tarea sencilla. Tras el suceso, la embarcación de Kiko El Cabra fue seguida por las cámaras del SIVE hasta una playa linense, donde se produjeron las detenciones. La otra, la que finalmente se ha determinado que fue la que embistió a los agentes, se perdió en el mar con Karim y, se piensa, otros cuatro tripulantes, dos marroquíes y dos españoles.

Los investigadores de la Guardia Civil dan por seguro que Karim está escondido en Marruecos. Incluso hay quien desliza que algunos allegados están intentando convencerlo para que se entregue a la justicia española, algo a lo que, de momento, este se niega. Las presiones son fuertes desde diferentes puntos. El Ministerio del Interior del Gobierno de España tiene en sus manos un caso complicado que le ha provocado severos dolores de cabeza por la muerte de dos agentes en unas circunstancias muy desgraciadas. Aunque Leonardo Marcos, director general de la Guardia Civil, afirmó en una entrevista concedida al Grupo Joly la pasada semana que la actuación en Barbate “fue la correcta” porque no se podía entrar por mar al puerto barbateño debido al temporal, “pero nadie esperaba la reacción homicida contra los guardias civiles”, lo cierto es que en asociaciones de la Benemérita como Jucil o AUGC siguen exigiendo que se depuren responsabilidades.

Para evitar que Karim pueda seguir escondido de por vida en su país se está barajando solicitar una comisión rogatoria a Marruecos. Esto es una comunicación entre tribunales de distintos países para la práctica de diligencias judiciales. Actualmente parece la única forma de que se pueda llegar a detener a este narco que, hasta el momento, se muestra indetectable.

Karim se niega a entregarse, como se le habría sugerido desde algunos sectores

Fuentes de toda solvencia consultadas por este medio aseguraron la pasada semana que la Guardia Civil tenía controlados a los responsables de la muerte de los agentes en Barbate. Hay que resaltar que aunque no se hizo oficial hasta el pasado 8 de mayo, agentes de la UCO ya eran conscientes desde hacía muchas semanas que la goma pilotada por El Cabra no había sido la responsable de la embestida. De hecho, los familiares de los agentes fallecidos fueron informados varios días antes de que saltara la noticia. La Guardia Civil no quería que se enteraran por terceros que los asesinos siguen en libertad.

La decisión de Karim de, supuestamente, arremeter contra la Guardia Civil aquel día ha tensionado a todo el negocio del narcotráfico en el Estrecho. Incluso hay quien sostiene que a los grandes señores del hachís en el país vecino no le ha hecho la menor gracia ver cómo una narcolancha provocaba la muerte de dos agentes de la ley en España. Karim podría estar escondiéndose no sólo para evitar ser arrestado por la Gendarmería de su país sino para no recibir un castigo de las mafias que controlan el tráfico de drogas y que no suelen mostrarse clementes cuando alguien interfiere en sus asuntos.

Karim sigue libre y la Guardia Civil exige su captura. Porque, como dijeron fuentes de la Benemérita tras comprobarse que la narcolancha pilotada por El Cabra no era la responsable de la muerte de sus compañeros, no es cuestión de venganza sino de justicia.

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