Tragedia tras una persecución policial desde la capital malagueña hasta Rincón de la Victoria. Un conductor que huía de los agentes ha muerto después de precipitarse por el gran puente de la A7, a la altura del arroyo Totalán. Ocultaba, presuntamente, 1,5 kilos de hachís en el motor del vehículo en el que intentaba escapar.

Los hechos sucedieron la noche de este pasado sábado, poco antes de las 4:00 de la madrugada. La actuación dio comienzo en calle Martínez de la Rosa, en Málaga capital. El individuo, de entre 40 y 45 años, huía de una patrulla de la Policía Local, que le había dado el alto. Lejos de detener la marcha, y mientras los agentes le pisaban los talones, terminó colisionando contra la mediana a la altura del viaducto del Totalán, que hace de frontera entre Rincón de la Victoria y Málaga, según han confirmado fuentes policiales a este periódico.

Las primeras pesquisas apuntan a que se apeó del vehículo con la intención de continuar la fuga a pie. Fue entonces cuando el conductor saltó la mediana y se precipitó. Al ser de noche, pudo desorientarse y, probablemente, desconocer que se encontraba en un viaducto, del que acabó cayendo. Presentaba signos de embriaguez.

Otras fuentes próximas al caso consultadas han indicado que el hombre llegó a saltar desde una altura de unos 60 metros. Nada se pudo hacer por salvar su vida; falleció prácticamente en el acto. Una vez que los sanitarios certificaron su muerte, acudió la comitiva judicial para proceder al levantamiento del cadáver. 

Otras persecuciones policiales en Málaga

No es la primera vez que una persecución policial acaba con algún herido. Una de las últimas que se recuerda tuvo lugar el pasado mes de enero en Marbella, cuando una patrulla de la Policía Nacional observó en la A-7 a dos vehículos que iban a gran velocidad, a unos de 200 kilómetros por hora. Lograron dar el alto a uno de ellos y comprobaron que el conductor tenía antecedentes por tráfico de drogas, y fue en el momento en que se disponían a registrar el maletero cuando el individuo arrancó y se dio a la fuga, embistiendo a cuatro agentes que resultaron heridos leves.

Se produjo entonces una intensa persecución policial que acabó tras 20 kilómetros de recorrido en el momento en el que el sospechoso perdió el control del coche, como consecuencia de la gran velocidad a la que viajaba, y se estrelló contra la mediana. Tras quedar detenido, pudieron comprobar que viajaba con 48 kilos de hachís en el interior del vehículo.