Jaime Madruga estudió Derecho en la Complutense y lo concluyó en Sevilla en 1966, al siguiente año está ya en Huelva con los también abogados Enrique López Márquez y Emiliano Sanz Escalera. Así hasta que en 1972 sin dejar de pertenecer a ese despacho ocupa la secretaría de la delegación del Ministerio de la Vivienda en Huelva, que llevaba consigo la secretaría provincial de Urbanismo, tema en lo que él se especializa. En 1975 Carmelo Romero, alcalde Huelva, le llama para el asesoramiento jurídico del Ayuntamiento; llevaba todo lo penal y mercantil, pero el Urbanismo se preveía ya como algo con futuro. En el Ayuntamiento va a asesorar en esta parcela dentro de la jefatura del servicio de Fomento y Obras. El Urbanismo empezaba a ser importante, había arquitectos, ingenieros, pero no abogados; en ese tiempo Jaime Madruga estará con Andrés Romero, Alfonso Martínez Chacón, Luis Manzano y concejales como Alfonso Aramburu, Alejandro Díez de la Cortina y Manuel Bermejo. Es cuando el Ayuntamiento de Huelva encarga a un equipo la revisión del PGOU de 1964.

Participa con la primera llegada de los aires de la predemocracia en las primeras jornadas de urbanismo y vivienda, en la que participan Jaime Montaner, Fernando Herrera, Antonio Mora Roche, Carlos Navarrete, Manuel Romero y José Pablo Vázquez Hierro.

Será un tiempo en el que se está viviendo ya toda la efervescencia política y Jaime Madruga va a formar parte del llamado Grupo de los Doce, que albergará a profesionales de la ciudad que ven llegar las elecciones del 77 y "que no tenemos opción para votar, no somos ni de izquierda ni de derecha". Así que buscamos crear un grupo que se pudiera echar para adelante y concurrir a las elecciones, ellos no querían ir.

En aquel grupo estaban José Luis Ruiz, Juan José Domínguez, Eduardo Fernández Jurado, José Antonio Mancheño Jiménez, Rafael Franco, Andrés Romero, Fernando Vergel Araujo, Juan Ron, Jesús Fuentes...

Muchos se dan a conocer por sus escritor en los medios de comunicación, empiezan a aparecer por el espacio del centro, en lo que no está situado ni AP ni los partidos de izquierda. Así que aparecen por Huelva Garrigues, Oscar Alzaga, José María Gil Robles, Cantarero y Ruiz Jiménez. Conectan más por este último y algunos de ellos se integran en Izquierda Democrática con la que concurre a las elecciones del 77 dentro de la Federación de la Democracia Cristiana. Como no consiguen que nadie se presente van Juan José Domínguez, al Senado, y Jaime Madruga al Congreso. No sacan nada y así se marchan para casa hasta que desde UCD le vuelven a tocar a alguno de ellos. A Jaime Madruga le ofrecen que encabece la lista de la candidatura a las municipales, con la opción de elegir por la alcaldía o la presidencia de la Diputación.

Es un tiempo en el que se dilata la convocatoria de las municipales cuando el Gobierno de UCD le proponen para la presidencia del Puerto de Huelva. Era cuando se estaban realizando obras tan importantes como el Espigón, el Muelle Juan Gonzalo Vara, se concluye el muelle de minerales, el petrolero y se aprueba un plan de la zona de servicio del Puerto. En este tiempo es cuando se acuerda excluir del Puerto la zona de Pescadería para que se integre a la ciudad. Se urbaniza también el Polígono Pesquero Norte y la zona del Molino de la Vega con las nuevas avenidas de Hispanoamérica y de México.

Llegan las municipales y Jaime Madruga va a ser el primer concejal por asignación a la lista más votada que es la que había conseguido con UCD. Sin embargo los partidos de izquierda se unen y se quedan sin alcaldía, así que tras haber dejado el Puerto y estar Emiliano Sanz como senador le ofrecen a Jaime Madruga que vaya a la Diputación Provincial donde la UCD tiene mayoría absoluta.

Así a Jaime Madruga le toca abrir la primera Diputación democrática de Huelva. Un tiempo en el que la inexperiencia en la política o de la administración se suple con entusiasmo, con consenso de los grupos políticos e incluso con el apoyo de los funcionarios de la Diputación. La tarea no será otra que ayudar a los pueblos que tenían necesidades básicas, desde asfaltado de calle a la acometida de agua. Se culminan obras como el Hospital Infanta Elena y se trabaja para que salga el proyecto de la carretera N 435, sin travesías en Valverde y Zalamea; y se hizo la carretera Campofrío a Aracena. Desde su tiempo en el Puerto, Jaime Madruga ya veía como una necesidad básica mejorar la N 435 para la conexión con Extremadura, tanto por el avance del turismo como por el acceso industrial. Hoy, con el tiempo sigue apostando por el desdoble y no por el aeropuerto, considera que hace más falta mejores comunicaciones con el tren, la llegada del AVE, y una carretera con Cádiz sin dañar al Coto.

Jaime Madruga no está mucho tiempo en la Diputación para volver de nuevo a la actividad profesional en su despacho de abogado. Así desde 1981 lleva la asesoría externa del Ayuntamiento de Huelva, se lo había pedido el alcalde José Antonio Marín Rite y a partir de ahí continúa con Juan Ceada y Pedro Rodríguez.

En este tiempo, sin duda, ha tenido una posición privilegiada para ver el desarrollo de la ciudad que califica de interesante y positivo. "Porque se han podido salvar los espacios libres, se ha buscado la fluidez de distintas zonas de la ciudad y haciendo una tarea de cirugía urbana necesaria. Zafra y Pescadería eran opciones lógicas, lo pedía el terreno y el acercamiento a la Ría. El Ensanche Sur es evidentemente positivo y la avenida Francisco Montenegro tiene vocación de desaparecer al margen de las opiniones de uno y de otros, eso se muere sólo por eso lo mejor es que todos los agentes aporten una solución lo más positiva posible".