Huelva

La concesión del patio a Chicos 3 dinamita al grupo municipal de C's

  • Martín vota contra la postura de su grupo y hace que prospere la petición de PP y Mesa de la Ría en la votación nominal pedida por Gallardo.

  • Figueroa se inhibe y Moro le acusa de "amenazar" a técnico.

El grupo municipal de Ciudadanos revienta. Su ex portavoz, María Martín, votó ayer en contra de la decisión de su grupo (el singular recuento recordó a las votaciones de Eurovisión) y dio así la llave a la concesión del patio a Chicos 3 en un Pleno en el que hubo bronca, descalificaciones e interrupciones. Fue la sesión más tensa desde que el PSOE llegó a la Alcaldía tras las elecciones de mayo de 2015.

Poco antes de las nueve había colas a las puertas del Ayuntamiento. Familiares de los niños de la guardería de Pescadería, trabajadores de la estiba y miembros de la Plataforma Parque Moret querían asistir a una sesión que prometía chicha. Desde luego que la hubo. Ante la numerosa asistencia de afectados por el futuro cierre del centro infantil, el debate se adelantó y los estibadores salieron de la sala para que los familiares de los niños y las trabajadoras del centro entrasen con sus pancartas, en las que se leía "Por el bienestar de 140 niños, no al cierre" o "Porque no se puede cerrar una guardería de calidad".

Como era previsible, el portavoz de C's, Enrique Figueroa, se salió para no votar las mociones. Desde otra sala seguía con atención el Pleno. Se inhibió después de que Centros Infantiles Chico presentase el martes un escrito de recusación en el Consistorio para que éste se abstuviera de voto y decisión, al ser un hijo suyo el representante legal de la entidad que explota a otra guardería en la zona (Micos), que es la misma que inició hace años las acciones judiciales contra Chicos 3. Tras años de batalla entre ambas empresas, la Delegación de Educación le ha revocado la licencia a Chicos 3 (al entender que su patio actual no es adecuado por estar techado).

Con el objetivo de evitar el cierre del centro, PP y Mesa de la Ría llevaron al Pleno una moción para que el Ayuntamiento aprobase otorgar una concesión demanial a Chicos 3 para que el centro use 75 metros de acera como patio de juegos. Esto mismo pidió el centro al Ayuntamiento en una solicitud el pasado 2 de febrero (está por resolverse el expediente).

La propuesta fue votada nominalmente, un método solicitado por el presidente de C's, Ruperto Gallardo, y basado, según dijo, en que una sentencia de TSJA ya determinó que "no cumplir la orden incurriría en desobediencia judicial". "Y yo añadiría prevaricación. Quien levante la mano retratado quedará", dijo. Entonces, entre el público sonó un diáfano "y tú también, fuera, golfo". El alcalde, Gabriel Cruz, que tuvo que intervenir varias veces para rebajar el tono de las intervenciones, pidió respeto a los asistentes: "No voy a permitir que se interrumpa el debate o que se insulte a ningún miembro de la Corporación", aseguró.

Más allá de la advertencia de Gallardo, su propuesta de voto nominal (respaldada por todos los grupos excepto por Mesa de la Ría, que se opuso, y con las abstenciones del concejal de Participa y de María Martín) pareció una táctica para dejar en evidencia ante el partido el voto en contra de la ex portavoz, cuya postura fue determinante en este punto. Porque, con Figueroa fuera, Martín dio la llave a la concesión demanial a la guardería. Fue un sí retador a la postura de su grupo. La concejal, crecida, salió reforzada de una votación que hizo "en conciencia y porque es de justicia que acabe ya este sufrimiento". "Mi niña estuvo en Chicos y mi bebé lo estará", aseguró.

De este modo, la medida salió adelante por dos votos: 14 a favor (los de PP, Mesa de la Ría, Participa, IU y María Martín) y los 12 en contra de PSOE y Ruperto Gallardo. La alegría de los padres inundó el salón de plenos. De abstenerse Martín, habría habido un empate a 13 y el voto de calidad del alcalde, en contra, habría hecho que la medida no frucificase. Se aprobó, además, con una transaccional propuesta por el presidente de IU, Pedro Jiménez, para que una ordenanza regule el espacio público para las guarderías, de modo que no haya desamparo legal y jurídico. El PSOE perdió su primera votación del mandato.

Solo ante el ruedo, Gallardo vivió uno de sus plenos más complicados, con Figueroa fuera, Martín en contra, y decenas de padres en pie de guerra. Vivió un momento, en sus palabras, "peliagudo" y su cara era un cuadro. Ante ellos, argumentó que el problema no comenzó con la llegada de C's al Consistorio, ya que en 2006 se le dio licencia para el patio aun con un informe técnico de la Gerencia de Urbanismo desfavorable. "No engañemos a los vecinos, hay una sentencia firme e inapelable del TSJA, que dice que por dos veces la gerencia intentó engañar a la justicia y coadyuvó con la empresa", manifestó.

Por ello, alegó que "intentar culpar a algún concejal no presente y a un grupo que ni existía cuando se dictó esa sentencia es demagógico y de mala idea". Y es que, a su juicio, si las cosas se hubieran hecho bien en 2006 ahora no existiría este problema. Y este viene motivado porque "otra empresa que cumple con la normativa legítimamente se ha quejado". "Yo no vengo aquí a hacer guerra con Chicos 3 pero no apoyaré mociones que van contra la ley", concluyó.

Aquello de las "culpas" a un concejal no presente lo dijo porque en algunas de las intervenciones se aludió a los supuestos intereses particulares de Figueroa. Sobre todo por parte del popular Francisco Moro, que en un brutal cuerpo a cuerpo con el portavoz de los socialistas, Manuel Gómez, en el que reconoció haberse "calentado", se vino arriba y abrió un meloncito.

La bronca partió de un informe del secretario municipal (solicitado por Gómez), que basa su oposición a la concesión demanial en que la ocupación privativa de parte del acerado "implica, en palabras del TSJA, una restricción y limitación incompatible con su destino público general y por cuanto supone una solución que el propio tribunal ha considerado fraudulenta respecto del correcto cumplimiento de lo ya resuelto en sentencia de 11 de febrero de 2010".

Los socialistas se escudaron en este informe y en las sentencias anteriores para tumbar las dos mociones, aunque Cruz abogó por "buscar una solución definitiva" al problema y por trabajar para que el centro de Pescadería no peligre.

Moro, que dijo que nada tiene que ver la concesión demanial solicitada ahora con la licencia administrativa otorgada en su día y que se estrelló en los tribunales, indicó que en 22 años el asesor legal del Consistorio "jamás ha informado una moción política de la oposición". Y lo ha hecho, según le dijo a Gómez, "porque usted se lo ha pedido porque tiene la presión de un asustaviejas que se sienta aquí y que ha ido a mi despacho", en alusión a Figueroa. Los aplausos ensordecieron la sala y Cruz le reprochó la "falta de respeto" hacia su compañero.

Pero Moro, que reconoció haberse "pasado un poco", no se amilanó: "Este señor vino a mi despacho a decirme que me iba a poner una querella. Imagino que lo ha hecho con usted y es lo que está haciendo con muchos técnicos municipales. No me lo estoy inventando. Vino al despacho a decirme que me ponía una querella. Y me la ha puesto y después la ha retirado. Seguro que a usted también se lo ha dicho y por eso trata de justificar lo injustificable". También desplegó la artillería contra Gallardo: "Me parece muy bien que no apoye la moción, pero no diga que no estamos cumpliendo la ley y que nos va a poner una querella. Digo en este Pleno que esta decisión se ponga en conocimiento del fiscal anticorrupción de Andalucía. Porque usted nos amenaza con que nos pone una querella si votamos".

El popular, que reconoció haberse equivocado en la fórmula elegida en su día para la licencia del patio, aseguró que lo que hizo fue intentar abrirla: "Me habré equivocado, pero corrijamos el error". Para hacer las cosas bien, pidió la concesión como la vía adecuada y que señala, según dijo, la sentencia del TSJA. A su juicio, el problema tiene una única razón. Y es que "hay un señor que se sienta en el Pleno, que es abogado y cuyo hijo tiene otra guardería". Por ello, si Chicos 3 se cierra será, en sus palabras, "un acto injusto". Para evitarlo, pidió que no se apoye el cierre del centro, ya que sería "un acto de egoísmo y de soberbia porque una guardería le hace la competencia a otra".

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