Huelva

Dolor por los caminos de la Virgen del Rocío

  • Las Posadillas, La Matilla y Tres Rayas están afectadas, aunque se espera se recuperen

  • La carretera de Bodegones es una desolación a ambos lados

Las zonas de pinares por donde transitan las hermandades rocieras se vieron también afectadas, aunque se confía en su recuperación.

Las zonas de pinares por donde transitan las hermandades rocieras se vieron también afectadas, aunque se confía en su recuperación. / josué correa

Los rocieros volvieron a mostrar su solidaridad y ofrecieron sus casas de hermandad en las horas más difíciles del incendio de Moguer. Ahora, cuando toca hacer balance, sobrecoge la situación en la que se encuentra el paraje natural afectado, que son los caminos de la Virgen que transitan las hermandades rocieras con las carretas de su simpecados, sus carros y su gente cantando camino del encuentro con la Blanca Paloma. Esos caminos aparecen ahora enmudecidos, dejando en el recuerdo para tantos y tantos rocieros miles de momentos íntimos de cantes y de rezos.

Se encuentran afectadas en distintas intensidad las zonas de Las Posadillas, La Matilla y Tres Rayas, aunque se espera que pronto se puedan regenerar. Los pinares de la carretera de Bodegones también hicieron saltar las lágrimas a muchos rocieros que a pesar de las injustas críticas que reciben de algunos ecologistas en su caminar hacia la aldea, son los primeros en valorar y cuidar estos parajes que hacen más cercana y más intensa la presencia de la Virgen.

Juan Ignacio Reales, presidente de la Hermandad Matriz de Almonte, destaca "el testimonio de solidaridad de las hermandades rocieras que en este incendio, como en ocasiones anteriores, vuelven a demostrar lo que es una hermandad". En este sentido, señala que la Matriz desde un primer momento, "cuando se conoce que se están produciendo desalojos ofrecemos nuestras casas de hermandad, donde podían quedarse". La respuesta de las hermandades fue la de todos a una, ponerse a disposición de los afectados. Al final no fue necesario, aunque la Hermandad Matriz participó de la atención que se le estaba realizando en el polideportivo de Almonte a 300 personas, a las que le ofrecieron un desayuno en la mañana de ayer.

Juan Ignacio Reales destaca que con las acciones de este tipo por parte de los rocieros "hacemos gala de lo que es una hermandad más allá de la celebración de la romería, como hermandad perteneciente a la Iglesia y que tiene un compromiso de ayuda hacia quienes lo necesite en la circunstancia que sea como en esta del incendio". Lamenta lo desbastado por el incendio. "Un espacio de gran valor, son los caminos del Rocío para todos los que proceden de la zona de Huelva. Es una pena lo ocurrido, medioambientalmente son parajes únicos", señala.

El rociero pierde sentimentalmente muchos momentos que vivieron por estos caminos acompañando a sus simpecados. Por eso esperan que "todo vuelva a ser natural, que nadie aproveche para alterar la fisonomía que tenía, que vuelva a brotar cuanto antes el bosque de pinares ahora perdido", dice Reales.

Antonio Sánchez de Piña, presidente de la Hermandad de Huelva, relata cómo vivió las primeras hora de la tarde del sábado, cuando se encontraba en la playa del Espigón, " y un fuerte viento hizo que todos la abandonaran, al poco tiempo se veía cómo el fuego se movía a gran velocidad hacia Matalascañas". Es en ese momento cuando ve la gravedad, pronto surge el ofrecimiento para las personas que iban a ser desalojadas, sus casas estaban ahí, las de las hermandades e incluso las de propios rocieros en la aldea. "Se ofrecía todo, incluso hermanos las despensas de sus casas en la aldea; nosotros también botellas de agua que tenemos en cantidad y se ponían a disposición los vehículos todoterreno de los hermanos".

"El incendio deja mucho dolor porque estos pinares no nos son ajenos, son los caminos de la Virgen", señala. Ahora toca hacer balance de las zonas afectadas que forman parte de los caminos rocieros, como son Las Posadillas para el sesteo, lo mismo que La Matilla que es lugar de pernocta, donde desapareció toda la zona de matorral y los árboles están afectados, aunque no las copas de los mismos, con lo que se espera que puedan recuperarse pronto, es lo que le ocurre también a Tres Rayas. La carreta de Bodegones es muy triste recorrerla, porque se ven las zonas quemadas a ambos lados de la misma.

José Brioso Mojarro, presidente de la Hermandad de Emigrantes, está pendiente de una visita a la zona y, concretamente, a la casa de Tres Rayas, donde tenían previsto recoger esta semana algunas cosas de la pasada romería. Su hermandad también realizó el ofrecimiento de sus casas, tanto la de Huelva como la de la aldea. Reconoce, igualmente, la pérdida que supone para los rocieros el incendio de estos pinares por su valor ecológico y rociero, algo que se funde en el camino de la peregrinación anual. "Es una ruina, es una situación penosa, es un crimen lo que han hecho y muy triste que esté la mano del hombre detrás de todo esto", señala Brioso.

Los rocieros esperan que estos parajes renazcan, que el verdor vuelva y los lirios con la primavera, lo mismo que cada año lo hace el camino con sus canciones y plegarias.

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