Un informe realizado por el Instituto de Toxicología de Madrid ha concluido la inexistencia de elementos que apunten a la muerte por causas naturales en el caso del bebé de cuatros meses que falleció el pasado día 12 de septiembre tras ingresar en el hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva con hematomas y magulladuras.

Así lo confirmaron fuentes cercanas al caso, que indicaron que el Instituto de Toxicología realizó este informe en base a la autopsia realizada en su momento al bebé y a otras muestras para posteriormente dar traslado del mismo al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Huelva, que es el que se está encargando de tramitar el caso.

Estas mismas fuentes informaron de que, dentro del proceso que se está llevando a cabo para aclarar si la muerte se produjo por causas naturales o por otros motivos, entre los que se barajan los malos tratos, y depurar responsabilidades, ya han prestado declaración en calidad de imputados los padres del bebé, que ya aludieron en su día a que los hematomas fueron ocasionados por las labores que el padre realizó para recuperar a su hijo de una muerte súbita, informa Europa Press.

El bebé ingresó el día 11 de septiembre en el hospital Juan Ramón Jiménez, donde ingresó con presuntas señales de maltrato, como hematomas o lesiones.

Según explicó en aquel momento la Subdelegación del Gobierno, el menor fue trasladado hasta el centro hospitalario procedente de un centro de salud de la capital, en el que no pudieron hacer nada por su vida.

Al barajarse la posibilidad de que pudiera tratarse de un caso de maltrato, los facultativos sanitarios activaron el dispositivo establecido para estos casos, dando aviso a la Policía.

Para determinar si el bebé falleció de forma natural o como consecuencia de los hematomas y lesiones que presentaba se le va a practicar la autopsia.

El padre del menor sostuvo que las lesiones de su hijo fueron debidas a las maniobras de reanimación a las que lo sometió cuando sufrió lo que pudo ser una muerte súbita.