EL de ayer era un día muy esperado en la Purísima Concepción. Salía por vez primera tras su coronación canónica Nuestra Madre y Señora de los Dolores. Todavía estaban a flor de piel los recuerdos emocionados de aquel acontecimiento que Huelva vivió con la Archicofradía de la Vera Cruz y Oración en el Huerto, en la Plaza de las Monjas, el pasado 19 de septiembre. Salía a la calle Méndez Núñez con su marcha Huelva corona a tus dolores. Delante del palio, como nuevo hermano mayor, José Carlos García Castillo, que fuera el coordinador de los actos de la coronación canónica.

La Virgen salió alrededor de las ocho de la noche, cuando en Huelva la tarde iba de caída y por La Placeta se veía un cielo azul con nubes teñidas de naranjas. Resultó una magnífica jornada en lo cofrade y en cuanto al tiempo pues no hubo lluvias ni tampoco se espera para hoy, con lo cual, bastante bien. Siguió caminando el palio de la Virgen de los Dolores en una chicotá con bastante elegancia de sus hermanos costaleros, al mando de Manuel Gómez Carnicerito. En el caso de la cuadrilla del Señor de la Oración en el Huerto se cumplían 40 años desde que salió por vez primera con hermanos costaleros. El palio caminaba por la calle del alcalde Mora Claros y se acercaba a la que fue su casa palacio y la de Pepita Jiménez, su esposa, que fuera camarista quienes donaron el manto que se recuperó para el Jueves Santo tras su limpieza, aunque está pendiente la restauración.

Este año hay que destacar la belleza de las flores del paso de la Virgen de los Dolores que siguiendo el estilo cónico de sus jarras, el florista Antonio Rivera ha sabido innovar con gusto y mucho acierto. Flores también para un monte del Señor de la Oración que parecía el manto de terciopelo corinto de la Virgen. Resaltar a la Banda de Cornetas y Tambores de la Merced que recuperaba sones clásicos tras el Señor de la Oración y que se estrenaba en Semana Santa.

Una jornada con otros matices dignos de señalar. En este día por lo que significa esta Semana Santa en la que se celebra el Año de la Misericordia y es la jornada en la que procesiona el Cristo de la Misericordia, que lo hizo como siempre, con sobriedad y abriendo un camino de silencio por las calles de la ciudad. Lo hacía con el sonido de la esquila del muñidor, al que acompaña dos mujeres vestidas de librea con faroles.

En la iglesia de las Madres Agustinas, la de Santa María de Gracia, se espera la llegada del cuerpo de nazarenos que se organiza en el patio del colegio. Lo mismo que ocurriera cuando el colegio de los padres agustinos estaban en la calle Puerto. Se celebraba este año el centenario de la hermandad y había que volverse a fijarse en la mirada dulce de la Virgen con sus ojos clavados en la cruz vacía, el misterio que da sentido a esta cofradía. Luego llegó el Cristo de la Buena Muerte, que completa esta agustiniana hermandad. En este centenario ya hemos visto al Señor en su salida para el vía crucis de las hermandades, y en la celebración del 75 aniversario de su hechura. Habrá que esperar a octubre para la salida extraordinaria de la Virgen de la Consolación, pero entonces será bajo el palio de la Virgen de la Esperanza.

Este año la cruz de guía que bajaban por Tres de Agosto, abriendo el cortejo, enmarcaban los nuevos azulejos de los titulares que se encuentran en la fachada de la iglesia.

En la catedral se volvían a poner notas de clasicismo en el que se enmarca la Cofradía de la Vega Larga. Este año el Santo Cristo de Jerusalén y Buen Viaje aparecía mucho más alto en su paso, gracias a la nueva cruz, con cantoneras e inri dorado. Le acompañaba una Banda de Cornetas Cristo de la Victoria de León. La hermandad celebraba este año el 75 aniversario de la incorporación del Buen Viaje como titular. Imagen que no pudo salir en 1944 por la lluvia y lo hizo al siguiente Jueves Santo, con lo que la cofradía cuenta desde entonces con tres pasos en la calle. En el Señor de las Cadenas, con las nuevas figuras de Martín Lagares, iba caminando desde la Merced hasta el paseo de Santa Fe, itinerario incorporado el año pasado a la cofradía y que contó con bastante público acompañándola.

El palio de Nuestra Señora de los Dolores venía caminando por Vázquez Limón con todo su clasicismo y belleza juanmanuelina de sus bordados.

La noche del Jueves Santo se adentraba en la Carrera Oficial para luego volver a sus templos, todos en el centro de Huelva.

La jornada de ayer aunque con buen tiempo en cuanto a que no se esperan lluvias, hay que destacar que fue una noche bastante fría, como pudieron padecer los muchos usuarios de los palcos o la gran multitud de personas que arroparon a las hermandades por toda la ciudad. Nosotros que nos movimos por muchas calles, de una a otra cofradía, pudimos ver las aceras y las esquinas llenas, esperándolas.

Huelva, viviendo su Semana Santa, esperando la llegada de las cuatro de la Madrugada para que Nuestro Padre Jesús Nazareno, el Señor de Huelva, saliera de la parroquia de la Concepción.