Vivir en Huelva

Homenaje a la lucha ambiental

  • Respaldo institucional a las jornadas que rescatan en la Onubense los sucesos del Año de los Tiros

  • Avances para la declaración del 4 de febrero como Día Internacional del Ecologismo

Homenaje a la lucha ambiental

Homenaje a la lucha ambiental

Hubo una época, en la segunda mitad del siglo XIX, que la provincia de Huelva fue clave para el desarrollo económico e industrial de Europa. Lo fue el mineral de cobre extraído de las entrañas del Andévalo, a las faldas de la Sierra, entonces explotado por sociedades francesas y británicas. Las mismas que proporcionaron un legado de progreso para los onubenses, pero que también mostraron la peor cara de la Segunda Revolución Industrial. Huelva no permaneció impasible mucho tiempo y de una clase obrera maltratada, casi esclavizada, de unos pueblos casi sometidos, surgió un movimiento revindicativo que culminó con una gran manifestación el 4 de febrero de 1888, con más de 12.000 personas, según las crónicas, disuelta en Minas de Riotinto con disparos y cientos de muertes (sólo 13 oficiales). Apenas unos meses antes de que se fundara el Recreativo de Huelva, aquel pasó a ser el Año de los Tiros, nombre con el que llegaron hasta hoy esos sucesos, convertidos en el primer ejemplo de lucha social por el medio ambiente y defensa de las condiciones laborales en la minería.

La Universidad de Huelva recordó ayer en unas jornadas la herencia de aquel movimiento obrero y vecinal. En su tercera edición, promovidas por la formación Mesa de la Ría (MRH), esta vez cobraron una nueva dimensión, con un marcado apoyo institucional, a través de la Junta de Andalucía, la Diputación y, sobre todo, en bloque, del Ayuntamiento de la capital. A 72 kilómetros y 129 años de la matanza, la Corporación Municipal en Huelva dio su apoyo unánime en el último pleno de enero a la moción de MRH para la reivindicación de la fecha, el 4 de febrero, como Día Internacional del Ecologismo por la Unesco.

El concejal de Urbanismo y Patrimonio Municipal, Manuel Gómez, anunció durante la inauguración de las jornadas, en la Facultad de Empresariales, que ya se han iniciado los trámites para solicitar la declaración oficial de esta celebración, con la esperanza de que ya el próximo año se pueda vincular la histórica lucha social en la Cuenca Minera a la defensa general del medio ambiente.

Aquella movilización tuvo un claro componente ecológico por cuanto los vecinos y mineros de la comarca reclamaron el fin de las emisiones producidas por la calcinación del mineral en los conjuntos de hornos llamados teleras. El humo que salía de la fundición era claramente pernicioso para la población de los alrededores, incluso a varios kilómetros a la redonda. Los trabajadores fueron los primeros sacrificados y de entre ellos surgió la necesidad de acabar con una situación que empezaba a hacer mella entre los mineros y sus familias.

Pero la vinculación al movimiento ecologista es realmente mucho más moderna. No ha sido hasta las últimas décadas, ya a finales del siglo XX, cuando se destacó la huelga que dio lugar a los sucesos del Año de los Tiros como primera movilización de carácter ambiental en todo el mundo.

Hasta entonces, aunque se habla de que la matanza fue enterrada en el olvido, sí permaneció muy viva en los pueblos mineros de Huelva y en el movimiento sindical del Andévalo y la Cuenca Minera. Incluso en localidades como Tharsis, Riotinto, Zalamea la Real o Calañas fue rescatado tras el fin del franquismo como materia de estudio escolar, como ejemplo de movilización social ante los abusos de la industria minera que desembarcó en la provincia un siglo atrás.

De esa reivindicación surgió la huelga iniciada el 1 de enero de 1888 en Minas de Riotinto, alentada por algunos líderes vinculados al anarquismo pero también por la que podría ser la primera organización ecologista, la Liga Antihumos, con la que también se reclamó, por primera vez en este ámbito, una reducción de la jornada laboral, la firma de contratos de larga duración o el pago de los salarios correspondientes a los días en que se suspendía la actividad minera por la incidencia de las emisiones de las teleras, las mismas para las que se pedía su fin al grito explícito de "¡Abajo los humos!", que ahora espolea las jornadas de la Universidad.

Huelva era entonces, como España, parte del Tercer Mundo visto desde el Reino Unido que capitaneaba el desarrollo industrial. Al menos lo era en términos laborales y ambientales. Como recordó el consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, durante su participación en el acto de ayer, el Parlamento inglés prohibió el uso de las teleras en 1864, nada menos que 24 años antes de aquellos humos de Riotinto y las protestas que originaron. Varias décadas antes de que, en 1907, se eliminaran por ley en las minas españolas.

Concha Espina ya habló de todo ello en El metal de los muertos. Mucho más reciente es la referencia de un riotinteño de pro, Juan Cobos Wilkins, en El corazón de la tierra, novela llevada también al cine por otro onubense, Antonio Cuadri. José Fiscal, oriundo también de la provincia, destacó ayer el esfuerzo realizado en Huelva por no perder el sentido de los pioneros del movimiento ambiental, también con investigaciones como la del periodista Rafael Moreno. O loa coplilla que rescató, de su Valverde familiar, por sus referencias al peligro de los humos salidos del mineral, muestra de la incorporación de la conciencia ambiental al acervo de la comarca.

El profesor de la Onubense y organizador de las jornadas, Juan Diego Pérez, agradeció el respaldo institucional a las jornadas, como refuerzo de la labor de divulgación sobre el Año de los Tiros, pero también como apoyo a la iniciativa de que se vincule de forma definitiva y oficial al movimiento ecologista. Es el justo reconocimiento a quienes dieron su vida por ello.

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