El tercer festejo de esta Feria de Bilbao 2017 estuvo marcado por el recuerdo a Iván Fandiño, al que sustituyó Curro Díaz. El cartel lo cerraba Juan del Álamo, presente en la fatídica tarde trágica en la que el añorado diestro vasco cayó mortalmente herido en la plaza de Aire-Sur-l'Adour y lo completaba Joselito Adame. Impresionante el respeto del público, puesto en pie, cuando sonaron los acordes del himno Agur Jauna y entrañable el desfile desmonterado de la coletería bajo los sones del pasodoble Iván Fandiño.

Como materia prima, la terna contó con una corrida de Alcurrucén en el tipo, seria y de juego desigual; siendo el mejor el encastado cuarto, un toro montado, largo, que peleó a cabezazos en varas y esperó en banderillas. Sin embargo, con la muleta derrochó casta este Cornetilla, de la famosa familia de los músicos. Fue el mejor de la tarde y entre sus virtudes derrochó fijeza y clase. El linarense realizó una faena desigual, con destellos de torería, pero también con algunos enganchones cuando no mandó en el toro. El jiennense mató de pinchazo y una estocada baja de efecto fulminante y cobró el único trofeo de la tarde solicitada por el generoso público bilbaíno.

Emotivo homenaje en el comienzo del festejo a Iván Fandiño, al que sustituyó Curro Díaz

Curro Díaz no había tenido opción al lucimiento con el que abrió plaza, un animal que se frenó en el capote, salió suelto en varas y embistió con la cara alta y desentendiéndose de la muleta del linarense, que se esforzó por agradar en un trasteo que remató mal con la espada.

Joselito Adame se marchó de vacío. Se lució bien en los lances de recibo al segundo toro, rematados con una vistosa media a pies juntos. El mexicano, que acertó pronto con la distancia, tuvo buenos pasajes en una faena que remató con pinchazo y bajonazo; siendo silenciado.

Con el quinto astado, que se apagó pronto, Joselito Adame apenas pudo calar en el público con unos estatuarios muy ceñidos en la apertura de una faena que se fue diluendo, sin emoción, ante un toro con escaso motor y tras la que fue ovacionado por su entrega.

Juan del Álamo dio una vuelta al ruedo en su primero. Este tercer toro, protestado en el primer tercio de varas por su flojedad, desarrolló buena condición tras la muleta, si bien no tuvo poder. El matador de toros salmantino, en una faena marcada por la entrega y de escasa transmisión, dio una vuelta al ruedo tras acertar al primer envite con la espada.

No levantó el vuelo la faena que Juan del Álamo realizó en el sexto, un animal manejable y sin clase con el que porfió en una labor muy dilatada y de escasa emoción que fue silenciada. Fue el punto y final de una tarde con el recuerdo a Iván Fandiño en el corazón de todos.