El análisis de los resultados de las elecciones vascas fuera de su territorio no interesó a la audiencia televisiva. La mayoría del público se decantó por Supervivientes. Las peripecias de los aventureros de Honduras lograron una hazaña histórica: quintuplicaron la cuota de pantalla de La 1, que con un 3,6% registró su prime time más bajo en lo que va de año. Hasta el culebrón turco de Antena 3 triplicó en seguidores a la impecable tertulia moderada por Xabier Fortes, reforzada desde el plató de informativos por esas dos jabatas que son Marta Carazo y Alejandra Herranz. Tampoco puede decirse que Ferreras en La Sexta batiese ningún récord, por más que la cadena haga ingeniería a la hora de ofrecer sus cifras.

Otro tanto ocurrirá el domingo de mayo de las catalanas y el de junio en que tocan las europeas. Por más que las tertulias políticas inflen nos agoten, y las cadenas públicas deban cumplir el rol informativo que se les encomienda, a la hora de la verdad el mando a distancia, que no deja de ser otra forma de voto democrático, da al traste con quienes piensan que la ciudadanía está comprometida con la causa política.

Teniendo en cuenta la enorme importancia que dan en TVE a los datos de audiencia, de repetirse el descalabro del domingo en más citas electorales podría tomarse una medida drástica: que los análisis de los debates se emitan solamente en el Canal 24 Horas. No lo he leído ni escuchado en ninguna parte. Sólo lo intuyo.

Hasta la película emitida en La 2, Nacida para ganar, repetida hasta la saciedad, logró un 5% y 600.000 espectadores. Eso fue una humillación para La 1 con su triste 3,6%. Por último, pobres Premios Platino del cine y las series, celebrados en la Riviera Maya; emitidos en directo entre las cuatro y las seis de la madrugada del sábado, y recuperados el domingo a partir de medianoche. El resultado: 1,8% y 90.000 espectadores.