TV-Comunicación

Dos décadas después de 'El rap de los 40 limones'

  • Hace 20 años el cordobés Juan Antonio Canta,  el de "Un limón, medio limón" en Telecinco, se quitaba la vida 

Juan Antonio Canta

Juan Antonio Canta

España es así. Entre hacer algo diferente, auténtico y original, y que te aúpen al trono de los frikis, hay un pequeño paso -o traspiés-, y a veces, incluso, alguien te ofrece un empujoncito para que acabes dándolo. Algo así le ocurrió al cantante Juan Antonio Canta cuando se convirtió en asiduo invitado del programa de Pepe Navarro en Telecinco Esta noche cruzamos el Mississippi. Navarro, que fichó a Canta tras asistir a uno de sus conciertos en Córdoba, mostró al músico como al friki de "Un limón y medio limón...", en lugar del cantautor inquieto y personal que realmente era. Rodeado de bailarinas macizorras y ligeras de ropa, Juan Antonio se dedicaba a tocar una y otra vez el mismo tema, El rap de los 40 limones. El 22 de diciembre de 1996 el músico fue encontrado muerto en su domicilio de Córdoba. Sufría depresión. Su gran éxito y su popularidad televisiva junto al programa nocturno de Pepe Navarro robaron protagonismo a una colección de grandes canciones tintadas de ironía y tristeza, firmadas por un cantautor único.

El cordobés Juan Antonio Castillo (1966- 1996) cantaba a mediados de los 90 en diversos garitos madrileños. "¿Quién actúa esta noche?", preguntó alguien del público. "Juan Antonio", respondió otro de los asistentes. "¿Juan Antonio canta?", volvió a preguntar el despistado. "Sí, Juan Antonio canta", le contestaron. Según explicó el propio músico, en ese momento y de esa forma nació su nombre artístico y segundo apodo. El primero fue Patuchas, como el monstruo de La mansión de los Plaff, mote que utilizaba en Pabellón Psiquiátrico, la banda que lideró en los 80. Publicaron cuatro discos, se disolvieron y su vocalista decidió lanzarse en solitario. Le dio tiempo a editar un único álbum, Las increíbles aventuras de Juan Antonio Canta, publicado por Virgin. Fue un éxito y referente de grupos como La cabra mecánica. Un éxito difícil de digerir para el artista, condenado a no ser tomado nunca en serio. En 2014 Asbel Esteve lo plasmaba en un interesante documental. Una obra que se llama Patuchas, por supuesto.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios