LA popular tradición de elaborar tortas de pascua en los domicilios y distintos obradores del municipio marca un año más el inicio de la Semana Santa cartayera. Una labor en la que se implican familias enteras y que añade un importante componente gastronómico a una celebración eminentemente religiosa que como siempre, arranca el Domingo de Ramos con la procesión de la hermandad de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén.

Por su parte, la coca, otro dulce tradicional de Semana Santa, aún se sigue elaborando por las manos de los vecinos de Villablanca, en horno casero de pueblo. Algunos de los ingredientes que lo integran, como la sidra y las almendras, son frutos naturales del cultivo del campo de la localidad andevaleña.

En Isla Cristina se celebró el pasado viernes la II Muestra del Dulce Típico ante un exigente jurado compuesto por representantes del sector hostelero, expertos en gastronomía, amas de casa y profesores de universidad.

La localidad costera tiene en este delicioso manjar una de sus tradiciones culinarias más arraigadas. El objetivo del certamen, convocado por el Ayuntamiento, es difundir las virtudes de la cocina isleña a través de la elaboración de uno de los dulces más conocidos de la zona, la coca, exhibir sus dotes culinarias y contribuir a la mayor difusión de este dulce. El Pleno municipal del pasado mes de febrero dio luz verde a la declaración de la coca como Dulce Típico de la localidad.

Se concedieron tres premios. El jurado puntuó características como la presentación del dulce, el gusto y el aroma, la dificultad en su elaboración y la calidad de los ingredientes. Los premiados fueron Antonia González, Juana Victoria y Juan Jesús López, a los que se les hará llegar los galardones, sendos platos conmemorativos además de un mandil para el primer premio, pues no estaban presentes en el momento de lectura del fallo del jurado, presidido por el concejal de Cultura y Patrimonio, José Antonio López.