Ha tenido siempre ganas de ser músico, pero le ha faltado hasta ahora constancia, su hijo es el que le llevó a la banda, donde es el abanderado.

-¿Cómo surge lo de abanderado de la Agrupación Musical de la Sagrada Cena?

-Yo me desplazaba con la agrupación musical a todos los viajes que hacía porque iba acompañando a mi hijo, que ahora está en la Banda del Nazareno, y aprovechaba para ayudarle en lo que podía y en un concierto en Pérez Cubillas no tenían abanderado, así que me ofrecí y hasta ahora.

-¿No le ha tentado ser músico?

-La verdad es que sí, que me gusta mucho, pero no tengo constancia. Quiero algún día coger la corneta, pero la verdad lo que hace falta es tiempo y yo dispongo de poco.

-¿No da corte eso de ir delante con el banderín?

-La verdad es que al principio un poco, pero luego te da lo mismo, porque yo lo que hago es ayudar a los chavales de la banda, de esta forma colaboro con ellos.

-¿Cómo se lleva con este grupo?

-La verdad es que estoy muy a gusto, hay muy buena gente y me tratan muy bien.

-¿Es hermano de la Sagrada Cena?

-Sí, por su puesto, y también de la Hermandad de la Sentencia, de Pérez Cubillas.

-¿Qué le gusta más una agrupación o la banda de cornetas?

-A mí lo que me gusta son las agrupaciones y mira que toca muy bien la del Nazareno, donde está mi hijo ahora. Las agrupaciones tienen otra musicalidad, tienen más variedad y eso es lo que a mí me gusta.

-Parece que poco a poco se van introduciendo otra vez.

-Es lo lógico, porque hacen un trabajo magnífico. Se ha avanzado muchísimo y lo de las bandas de cornetas es una moda que irá pasando y se dejará sitio también a las agrupaciones.

-¿Cuantas salidas tienen?

-Tocamos todos los días, excepto el lunes y la Madrugá. Estaremos en Huelva, en Montilla, Isla Cristiana y Gibraleón.