Por la cruz a la luz. La Hermandad de la Santa Cruz realizó, como es habitual, la estación de penitencia mediante este rito. La cruz penitencial fue cambiada por un cirio blanco en la iglesia Concepción, en el discurrir de la hermandad por la Carrera Oficial. En silencio y con gran solemnidad, la cofradía fue haciendo su recorrido procesional por el centro de Huelva.

A las siete y veinte de la tarde se abrieron las puertas de La Concepción y salió la cruz de guía. El sonido de la campana del muñidor fue anunciando el paso de esta hermandad de silencio por las calles de la ciudad. Como único acompañamiento musical del misterio, una agrupación con instrumentos de viento y violines, que interpretó música de capilla. En el exterior del templo se concentró, tras las vallas dispuestas para delimitar la zona por la que iba a transcurrir la procesión, un gran número de personas para ver la salida de la cofradía y seguirla en los primeros tramos de su recorrido.

La hermandad estrenó ayer la imagen de San José de Arimatea, con la que se completa el misterio. La talla es obra de Mario Moya, autor también de otras cinco del conjunto escultural. De su autoría son Jesús de la Providencia, María Magdalena, Nicodemo, María Cleofás y María Salomé. Junto a ellas, María Madre de Gracia y San Juan, del imaginero Elías Rodríguez.

"Es la finalización de un proyecto de muchos años de evolución, que se vio inconcluso por varios motivos y ya se ha podido realizar, queda al completo el pasaje bíblico del traslado del Señor al sepulcro, que es lo que representa el misterio", apuntó el hermano mayor, Juan Javier Márquez.

Además se estrenaron las cantoneras de la cruz, realizadas por el orfebre sevillano Bernet, así como los faroles laterales del paso de misterio, que contó con un sencillo pero elaborado exorno floral de calas blancas, lirios, rosas -con tonalidades rosas, rojas y moradas-, cardos y yedra.

Era el segundo año que realizaba la estación de penitencia desde la iglesia de la Concepción, donde estableció su sede canónica en 2015. A las once y cinco de la noche el paso de misterio entró en el templo.