En una muy fría tarde, más típica de invierno que de primavera, el Santo Entierro no pudo procesionar en solemne Vía Crucis por las calles de la localidad serrana de Aroche debido a la lluvia que no cesó en el momento en el que debía comenzar la procesión, por lo que los actos se hicieron en el interior de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Esta imagen es de autor desconocido y está datada en la mitad del siglo XVII. Este día siempre ha sido uno de los actos de mayor recogimiento de la Semana Santa arucitana.

El Cristo de la Sangre tampoco pudo salir en solemne Vía Crucis por las calles de Beas debido también a la lluvia que amenazaba con hacer acto de presencia, por lo que los actos se realizaron en el interior de la iglesia de San Bartolomé. Los hermanos de la Asociación Piadosa de la Vera Cruz, Cristo de la Sangre y Soledad de María, la hermandad más antigua de la Semana Santa beasina, estuvieron acompañados musicalmente por un trío de capilla.