El pájaro morado

Viernes Santo: Cristo muere en el diluvio de Sevilla

Repaso al Viernes Santo / Manuel Lamprea

Una de las jornadas más rotundas y hermosas de la Semana Santa se marcha de vacío. Ya de por sí este 2024 está siendo histórico, en el sentido más lamentable del término, pero no por ello resulta menos doloroso. Sevilla salda su Viernes Santo sin cofradías en la calle. La llegada de un frente a última hora de la tarde disipó cualquier atisbo de ilusión. La Carretería, poco después de la una y media de la tarde, acordó suspender la estación y todas las demás, conforme se acercaba la hora de salida, tomaban la misma decisión. 

A las siete y media una tromba de agua descargó sobre el centro de Sevilla, anegando las calles y convirtiendo la ciudad en una auténtica pesadilla. Nadie diría que fuera Viernes Santo. Se marcha la Semana Santa con el sabor de haber vivido algo imposible ni tan siquiera en la peor de nuestras pesadillas. Solo queda el milagro del Sábado Santo. 

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