El pasado fin de semana los relojes se adelantaron para adaptarnos al horario de verano. Esta modificación influye especialmente a niños y personas mayores, por ser los grupos de edad más sensibles a las alteraciones del sueño. En palabras del doctor Gonzalo Pin, pediatra especialista en sueño y portavoz de la Asociación Española de Pediatría (AEP) en esa materia, "el reloj biológico de los niños puede tardar en ajustarse varios días, e incluso una semana, provocando alteraciones en la vigilia del sueño, desorden del apetito, irritabilidad, problemas de atención o pequeñas alteraciones del ritmo cardiovascular".
Para evitar en la medida de lo posible estas alteraciones consecuencia del cambio horario, la Asociación Española de Pediatría ha publicado en la web dirigida a los padres, EnFamilia, una serie de recomendaciones en cuanto a sueño y cambio horario relacionadas, principalmente, con los hábitos de vida. "Aquellos niños con rutinas de alimentación, exposición a la luz natural y actividad física se adecuan con mayor facilidad y rapidez al cambio que aquellos con hábitos más anárquicos", señala este experto. Dejar entrar la luz natural antes de despertar, desayunarcon buena ilumimación o no estar en contacto con pantallas antes de dormir, entre sus consejos útiles.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios