El del Recreativo con Antonio Núñez era un matrimonio bien avenido. El extremo ha sido un pilar fundamental en las últimas campañas y pocos han sido los encuentros que se ha perdido -la mayoría de ellos por sanción-. Sin embargo, este ejercicio ya nació algo torcido para el canterano del Real Madrid, al que una pubalgia apenas le dejó participar en las diferentes etapas de la pretemporada. Una vez que se recuperó, el capitán recreativista tardó algunas jornadas en ganarse la confianza de Casquero, pero desde la décima fecha volvió a enfundarse la titularidad de una forma casi indiscutible.

El arranque de la segunda vuelta no ha traído ninguna buena noticia para el volante. En el encuentro inaugural del primer tramo de campeonato fue expulsado cuando apenas había arrancado la segunda mitad del duelo ante el Cartagena y problemas físicos le impidieron jugar más de 37 minutos en el duelo ante el Badajoz. Hace cinco semanas de ello. Desde entonces, Núñez ha arrastrado un problema en uno de sus tobillos que le ha tenido apartado del trabajo diario de la plantilla.

El pasado martes fue sometido a varias pruebas para tener un seguimiento exhaustivo de la evolución de su lesión, pero el club no dispondrá de los resultados hasta finales de la presente semana. Las predicciones son poco halagüeñas y, de momento, Núñez no tiene una fecha fija para poder incorporarse al trabajo con el grupo, pero un mínimo de tres semanas más le quedan de trabajo en solitario al madrileño, salvo que haya milagro de por medio.

No ha sacado buenos resultados el Decano en esta segunda vuelta en los encuentros en los que no ha participado Antonio Núñez. De hecho, sólo ha ganado el duelo ante el Écija en casa que supuso el estreno de César Negredo como primer técnico. En el resto de enfrentamientos acumula un empate (ante el Murcia sin goles en la Nueva Condomina) y cuatro derrotas: Betis (2-0), Lorca Deportiva (1-2), Balompédica Linense (2-0) y Extremadura (1-0).