Recreativo

Fútbol de oro bañado en bronce

  • Históricos como el Mallorca, Elche, Sabadell, Hércules, Murcia o Recre purgan sus penas en una categoría que los asfixia

  • Casi una veintena de los equipos de Segunda B han pasado por Primera

Antonio Núñez agradece de rodillas y desde el suelo un pase de uno de sus compañeros en el encuentro de la segunda vuelta contra el Atlético Sanluqueño disputado en el Nuevo Colombino.

Antonio Núñez agradece de rodillas y desde el suelo un pase de uno de sus compañeros en el encuentro de la segunda vuelta contra el Atlético Sanluqueño disputado en el Nuevo Colombino. / Josué correa

La Segunda B es un pozo del que cuesta un mundo salir. Lo saben bien aquellos que como le pasó recientemente al Cádiz lograron sacar la cabeza después años de sufrimiento e inversiones. Quien abandona la LFP sabe que tendrá que pasarlo mal para volver y nadie garantiza que lo vaya a conseguir en los próximos años. Con la que comenzará el próximo mes de agosto el Recre encarará ya su tercera temporada consecutiva en Segunda B. Lo hará después de dos marcadas por la inestabilidad económica e institucional que le ha obligado a salvarse del descenso a Tercera en el último encuentro del ejercicio en casa. Aquel que cae al fútbol de bronce puede ir preparándose para su particular travesía en el desierto.

El caso albiazul es uno los más llamativos por la cercanía en el tiempo de su etapa deportiva más exitosa y la repercusión social y mediática que tiene el Decano, pero no difiere de lo que le está tocando sufrir a otras entidades de pasado lustroso que no encuentran la salida al pozo. Clubes como el Hércules, el Racing de Santander (que hoy buscará el milagro con el Barcelona B) o el Real Murcia suman décadas en Primera División y ahora en algunos casos pugnan siquiera por ser competitivos en Segunda B. Hoy les toca lamentar el bronce cuando hace bien poco brillaban con el oro de la máxima categoría.

Entre todos ellos suman 179 temporadas en la máxima categoría

Hay casi una veintena de ex primeras purgando sus penas en la categoría. A los que caminan en algunos casos para un década se suman además esta campaña dos ilustres como el Elche y el Mallorca, con títulos nacionales incluso en sus vitrinas y no son los únicos.

De los históricos de Segunda B el que tienen una trayectoria más destacada es el Racing de Santander. Los cántabros estuvieron 44 temporadas en Primera División y en los últimos tiempos compartieron parte de su suerte con el Recre, al que se enfrentaron en la última década tanto en Primera como en Segunda. Con 27 años en la élite le sigue el Mallorca y con 21 el Elche. Le sigue muy de cerca el Hércules con una veintena de años en lo más alto como los 18 años que vivió el Real Murcia, mientras que el Sabadell estuvo 14 temporadas. El Albacete es el siguiente en el ránking de históricos en horas bajas con siete campañas en Primera División y el que más cerca tiene el regreso a la LFP si hoy supera al Valencia Mestalla. En el grupo IV sólo el Recre, que ha estado cinco ligas en sus 127 años de historia, y el Real Murcia han saboreado la máxima categoría, mientras que Mérida o Extremadura lo hicieron con otras denominaciones en los años 90. Hay en la Segunda B sitio para verdaderas reliquias del fútbol nacional como el Arenas de Getxo, el Alcoyano o el Real Unión de Irún, que vivieron su época de gloria en los inicios del fútbol español e incluso ostentan alguna Copa. Completan este grupo el Lleida y el Pontevedra, con dos y seis temporadas respectivamente y que hace ya algunas décadas que perdieron la rueda de la LFP.

Si mira a su alrededor el Recre sabe que le toca apretar los dientes y trabajar mucho para intentar salir de ahí porque ni siquiera el dinero que hoy no tiene lo garantiza. El Racing de Santander, el Real Murcia y el Albacete han estado o siguen en la pelea esta campaña. Cada temporada que siguen en el pozo es una piedra en su mochila. La Segunda B es una condena más allá de su nivel deportivo o atractivo social. Caer es la consecuencia pésimas gestiones y también la antesala de penurias futuras. La supervivencia de muchos de estos clubes ya es en sí un éxito porque los cuatro clubes con la mayor tasa de morosidad del fútbol nacional, según el listado hecho público recientemente por Hacienda, se encuentran entre estos equipos. Todos ven en volver a la LFP el maná que les saque a flote. El Recre (12,5 millones), Lleida (11,3), el Real Murcia (10,8), el Elche (10,5) o el Racing de Santander (9,2). No andan lejos otros como el Hércules (4,7) y alguno con la UD Salamanca no pudieron soportarlo como le sucedió también al mítico Burgos y cayeron. Hay otros con serias dificultades como el Real Jaén, recién descendido a Tercera con 1,4 millones de euros de deuda o el Cartagena que arrastra 1,11.

Sin contar los desaparecidos y sus herederos la Segunda B suma 179 temporadas en Primera División. Los recién descendidos Elche y Mallorca son los que más fresco tienen el recuerdo, puesto que hace apenas tres años que lo disfrutaron por última vez, pero también los hay entre los exprimeras más destacados como el Hércules que cumple siete campañas, el Albacete que cumple doce o el Real Murcia que acumula una década de travesía en el desierto. Para otros la salida fue un espejismo como el Racing de Santander, capaz de caer para levantarse con un ascenso inusual y fulgurante para al año siguiente volver al pozo para encadenar un lustro de penurias que salvo milagro seguirá. Todos ellos acumulan en sus espaldas muchas promociones de ascensos y finales por ascender y por sobrevivir porque el bronce no es suficiente.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios