La comarca serrana cuenta desde el pasado mes de diciembre con una gran novedad en cuanto al sector del cerdo ibérico. Se trata de la llegada de bellotas procedentes de Turquía que se comercializan como alimento para los cerdos de la comarca y que se presentan sin cáscaras y secadas, con lo que el producto no tiene desperdicios.

Esta iniciativa empresarial la promueve el empresario suizo Karl Imhof Wiget, quien realizó un estudio previo en marzo del pasado año en la explotación 'La Guindaleta', dentro del término municipal de Cortegana, con siete cerdos ibéricos puros previamente seleccionados por sus características morfológicas, y a los que se les realizó una biopsia antes de que tomaran los casi 3.500 kilos de bellotas importadas en su momento.

En la actualidad, este producto alternativo para el sector del ibérico se encuentra almacenado en una nave industrial junto al polígono 'Cantalgallo', a la salida de Aracena por la N-433, en dirección a Los Marines. De hecho, se contabilizan en estos momentos unas 50 toneladas en sacos de cinco kilos, que se venden a día de hoy a sesenta y cinco céntimos el kilo. Según indicó a este periódico el empresario suizo, hasta el momento ha vendido unos 200.000 kilos de bellotas turcas a ganaderos tanto de Huelva como de otras zonas del país, principalmente de Andalucía y Extremadura.

A mediados de noviembre se llevó a cabo un encuentro llamado 'Bellota Real' -precisamente el lema de esta empresa en relación estas bellotas turcas- en el hotel Aracena Park para dar a conocer esta novedad alimenticia para el ganado porcino.

Uno de los problemas del sector ibérico durante la actual campaña es la falta de bellotas para alimentar a los cerdos que después tendrán sus jamones catalogados con su correspondiente denominación de máxima calidad.

La montanera de este año, tal y como ha reconocido el presidente del Foro Encinal, José Luis García Palacios, "no ha sido tan alta como en años anteriores, aunque el ganadero lo sabía desde el verano pasado cuando se empieza a ver el fruto en los árboles". Como consecuencia de ello, se ha tenido que reducir el número de cerdos en crianza por sus fincas debido a la bajada de bellotas en la comarca al ser el alimento estrella para el cerdo.

No obstante, y a pesar de que el ganadero del cerdo ibérico puede contar con este producto alternativo, el presidente del Foro Encinal indicó que la importancia de estas bellotas turcas debe "verse con precaución porque no se sabe si este producto vegetal posee alguna patología".

Además, tras puntualizar que la alimentación del cerdo ibérico existente en la Sierra de Huelva no sería igual, García Palacios dejó claro que "la alimentación del cerdo, en este caso mediante bellotas, no es el único requisito para la denominación de calidad de un cerdo o sus productos ibéricos, sino también la libertad del animal por las dehesas, el manejo del ganadero o el microclima".

Incluso junto al posible problema patológico, añadió que "sería importante mantener un producto tan típico y nuestro de la Sierra como es la bellota, porque a lo mejor no es igual que la importada de otros países".

Asimismo, desde el Foro Encinal se reseña que en el sector ganadero no existe preocupación ante la entrada de las bellotas turcas porque existen otros problemas como los bajos precios y las características para las exigencias de las normas de calidad.

Por último, García Palacios deja una reflexión abierta al indicar qué "tendríamos que hacer cuando en próximos años la existencia de bellotas de aquí sea normal y no hagan falta importarlas de otras zonas".

"Es cierto que con esta medida, podría haber bastantes más cerdos en crianza, pero no se puede olvidar que la Denominación de Origen 'Jamón de Huelva' delimita el número de animales en las dehesas para asegurar las normas de calidad", concluyó.