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La Policía mantiene el carácter pasional del doble crimen de 2013

  • La muerte de Miguel Ángel Domínguez y su hija de ocho años conmocionaron a la localidad

  • El principal sospechoso está en prisión desde que fuera detenido en 2014

Domicilio en el que fue detenido el principal sospechoso.

Domicilio en el que fue detenido el principal sospechoso. / h. información

Fue uno de los sucesos más execrables de la historia negra de Almonte. El doble crimen de Miguel Ángel Domínguez y su hija de ocho años, acaecido el 27 de abril de 2013, conmocionó a la población y sumió en un poso de luto a una familia que fue puesta de ejemplo de cordura y civismo a la hora de esperar que la Justicia y los cuerpos de seguridad del Estado realizasen sus pesquisas sin injerencias ni presiones.

Sin embargo, cuatro años más tarde del lamentable suceso, la Justicia aún no se ha pronunciado sobre el doble crimen por el que permanece en prisión Francisco Javier Medina, en su día pareja sentimental de Marianela Olmedo, esposa y madre de las víctimas. Entre tanto, el reo permanece privado de libertad desde el 28 de junio de 2014.

Durante toda la fase de investigación, la Policía trabajó con la hipótesis del crimen sentimental. Las pesquisas rápidamente se instalaron "en el círculo más cercano a las víctimas". A Marianela se le pinchó el teléfono en calidad de investigada y posteriormente a su pareja sentimental.

Los restos de ADN de Francisco aparecían en las toallas del piso donde se produjeron los asesinatos, si bien su sólida coartada aseguraba encontrarse en su puesto de trabajo en el céntrico supermercado donde trabajaba junto a Marianela, le mantuvieron con libertad. Finalmente dos testigos le situaron "de día" en las inmediaciones del Parque El Chaparral. El hecho de que no pudiera concretar de manera fehaciente su posición entre las 21:01, en que le graban las cámaras en su centro de trabajo y las 22:08, en la que una llamada le sitúa fuera del escenario del crimen, precipitaron su detención el 28 de junio de 2014, fecha desde la que permanece en prisión

La clave para concretar la hora del suceso fueron los testimonios de los vecinos que residían contiguos al piso en el que tuvo lugar el luctuoso suceso. Ellos fueron testigos de los sonidos que generó la entrada del asesino que por su tono, modulación y acento apuntaron a un vecino de Almonte. Otra de las pistas trascendentales de su declaración fue que víctima y verdugo se conocían. Previa a la pelea oyeron los siguientes gritos: ¡Hijo de puta, ¿qué haces aquí? Me tienes harto. Lárgate, estoy cansado; cállate ya!

Para la acusación particular no existe ni el más atisbo elemento de duda de que el detenido es el autor material del doble crimen. "Cumple con el móvil pasional, disponía de accesos a las llaves que le permitían acceder a la vivienda sin forzar la cerradura. En este sentido, la propia Guardia Civil constata que ésta no presentaba signo alguno de violencia.

Otro elemento clave que supuestamente certificaría el crimen pasional es el ensañamiento con el cuerpo de Miguel (más de 40 puñaladas).

La defensa del acusado ha tratado de tumbar una a una las acusaciones que pesan sobre su cliente. La primera de ellas restando credibilidad a los testigos presenciales que sitúan a Fran fuera del lugar de los hechos.

En cuanto a las toallas halladas en el piso de la Avenida de los Reyes, que contiene el ADN del joven almonteño, la defensa considera que estos restos biológicos podrían haber llegado por una "transferencia secundaria indirecta", ya que Marianela era actualmente su pareja. El Instituto Nacional de Toxicología, sin embargo, desmiente este extremo por la cantidad de ADN hallado.

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