Provincia

Esplendor en la sierra

  • Más de 5.000 personas se congregaron ayer en la Peña Arias Montano para asistir a la romería de la Reina de Los Ángeles La Hermandad de Sevilla rompió el protocolo habitual

La Sierra peregrinó ayer, otro año más, hasta la Peña de Arias Montano para venerar a su Patrona, la Reina de los Ángeles coronada, una de las imágenes religiosas con mayor devoción en toda la zona norte de la provincia de Huelva.

Así pues se cumplió ayer la 91 romería, tal y como la conocemos a día de hoy, ya que se celebraba con anterioridad bajo el protagonismo de la Hermandad Matriz de Alájar y la hermandad de Aracena.

Una romería que discurrió con normalidad, nota predominante en los últimos años, y con ligero retraso en la entrada de las hermandades, según el horario previsto y, por otro lado, lógico y habitual con la acumulación de hermandades y, a su vez, de público.

En cuanto a incidencias, sólo reseñar que una mujer de avanzada edad fue trasladada en ambulancia hasta el Hospital Comarcal de Riotinto tras darle un síncope en la Peña, aunque, al parecer, todo se quedó en un susto. Incidentes conocidos hasta al cierre de esta edición porque la hermandad de Campofrío entró de madrugada y la de Nerva lo hará hoy miércoles.

Y centrándose en las hermandades el protagonismo, en este caso negativo, lo acaparó la Hermandad de Sevilla porque no hizo la entrada a la Peña con su cortejo habitual (carretón, carrozas, caballería y peregrinos a pie), sino solo con una representación, incluso sin estandarte, junto a la Matriz de Alájar, que entra la primera y sale la última de la Peña, debido, al parecer, a unos problemas internos en la Junta de Gobierno de la filial sevillana. En cuanto a novedades, algunos cambios en el orden de entrada de las hermandades y el estreno de un azulejo cerámico en el mirador de Alájar a través de las tres hermandades que pasan por allí: Fuenteheridos, Galaroza y Castaño del Robledo.

En cuanto a cifras oficiales aportadas, al mediodía, por Protección civil, en la Peña se congregaron sobre unas 5.000 personas, cifra similar al pasado año, cuando el 8 de septiembre fue lunes, y lejos de las 7.000 y 8.000 personas de hace dos y tres años, respectivamente, cuando fue fin de semana. El día de la semana en que se celebra la romería y la climatología son aspectos determinantes, aunque la romería pasa por años de una cifra estable de peregrinos y muy lejos de las que había hace una década y más.

Además del número de personas, según Protección Civil, en la Peña entraron 70 carrozas-charrés (dos menos que en 2014) y 360 caballos (sobre 70 más que en la pasada edición).

La romería de Alájar contó de nuevo con diez hermandades cuyo orden de entrada fue: Alájar, Sevilla, Fuenteheridos, Linares de la Sierra, Nerva, Campofrío, Aracena, Santa Ana la Real, Castaño del Robledo y Galaroza.

La entrada a la Peña de todas las hermandades tuvo el clásico ya acompañamiento musical, el sonido del tamboril, y el obligado recibimiento que dispensa como anfitriones los miembros de la hermandad de la Matriz, siendo este año el primero tras la muerte de su anterior hermano mayor, Fidel Enrique de los Reyes.

Bonita estampa siempre la subida hacia al Santuario de la Peña, con mucho público alrededor. Diferentes rezos y el clásico canto de la Salve a las puertas de la Ermita. Otra imagen habitual es la colocación de los carretones de cada hermandad delante de la espadaña del recinto.

Tras entrar Aracena y Galaroza, las dos últimas, tuvo lugar la procesión por todo el recinto, con la presencia corporativa de miembros de las respectivas Juntas de Gobierno.

Uno de los momentos más emotivos de la procesión es cuando la imagen es dirigida al mirador, junto a la espadaña, para que vea el pueblo de Alájar, estos días en fiestas y de la que es Patrona.

Después de la misa, el momento de convivencia y hermandad en torno a los productos típicos de la zona y bebidas más sugerentes.

La hermandad de Aracena volvió a ser la más multitudinaria en la Peña, fruto de la destacada devoción de este pueblo a la Reina de los Ángeles. Por la tarde cada hermandad, según su horario, preparaba el camino de vuelta y el momento de la llegada al pueblo es muy emotivo para los vecinos, tanto para quiénes han ido a la romería como los que no porque acompañan a su hermandad en la calle.

El domingo será el popular y tradicional voto a la Reina de los Ángeles en la Peña y de nuevo la imagen coronada saldrá en procesión.

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