Cultura

De la tele a la pantalla grande

Multicines La Dehesa Islantilla, CineBox Aqualon Puerto Huelva, CineVip Lepe, El Condado Cinemas 7 y Al Andalus Punta Umbría.- Producción: España, 2011.- T.O.: 'Águila roja'.- Duración: 100 minutos.- Dirección: José Ramón Ayerra.- Guión: Pilar Nadal, J. M. Ruiz Córdoba y Guillermo Cisneros.- Fotografía: Adolfo del Casar.- Música: Daniel Sánchez de la Hera.- Montaje: Arturo Barahona.- Intérpretes: David Janer, Javier Gutiérrez, Francis Lorenzo, Inma Cuesta, Myriam Gallego, Santiago Molero, Martina Klein, José Ángel Egido, Pepa Aniorte.

Uno de los actores de la película, Javier Gutiérrez, ha dado la mejor definición para entender las intenciones de los productores: "Con esta producción volvemos a los films de Errol Flynn. Es un cine de palomitas con el que van a disfrutar tanto mayores como jóvenes". Y el productor, Daniel Écija añade: "el objetivo es contar historias, hacer industria y demostrar que el cine español está vivo". Y en cuanto a la diferencia con la famosa y supercomercial serie televisiva, son rotundos: "no tiene nada que ver… Es una parte de su universo, pero es una historia única que no tiene continuidad y los nuevos personajes de la película no aparecerán en próximos episodios de la serie".

Habrá que verlo o no, pero a manipulaciones, tergiversaciones, deformaciones históricas y adaptaciones interesadas de ésta y otras series televisivas, actualmente en programación, estamos más que acostumbrados. No hay mayor disparate, no sólo por lo anacrónico sino por lo irracional e incongruente, que ver a un ninja en una historia española de la época del rey Felipe IV (el rey pasmado) en pleno siglo XVII. Como éste, tantos otros dislates que abundan en esta y otras series por el estilo. Pero, desgraciadamente, esto es habitual en nuestra televisión y el público lo aguanta e incluso lo ve en grandes proporciones. La falta de cultura facilita estos atropellos.

La película por lo tanto y a pesar de que se nos quiera hablar de relatos independientes, no mejora el panorama y, aprovechando esa masiva aceptación de la audiencia, salta a la gran pantalla con pretensiones comerciales que mejoren las cuentas de nuestro cine, aunque demuestre limitaciones cinematográficas bastante ostensibles. Y así este incuestionable éxito de la televisión, con shares semanales ampliamente millonarios, nos recrea una historia en la que convergen cuatro tramas pero en la que fundamentalmente el hilo conductor es el encuentro al más alto nivel de las potencias más importantes de la época: Francia, Inglaterra y el Papa, supuestamente para que España y Portugal abandonen sus enfrentamientos. La intención oculta es asaltar el Reino de España. Un complot se ha urdido para acabar con Águila Roja.

Volvemos a esa táctica comercial de clara apetencia taquillera por la cual se trasladan los éxito televisivos a la gran pantalla, que en otros casos han dado buenos resultados. Se intenta de nuevo con esta aparente historia original dotada de las mismas formas, manipulación histórica y vulgares técnicas cinematográficas incluidas, en torno a increíbles conspiraciones palaciegas y supuestas conjuraciones políticas, revestidas de lances de capa y espada, romance y comedia de artificiosos recurso humorísticos. Ni la intriga funciona ni la acción y la violencia resultan convincentes y la interpretación acaba con el triste desaguisado grotesco que supone este intento de trasladar al cine el éxito televisivo de una serie alucinante.

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