Cultura

Como perros y gatos

CineBox Aqualon Huelva, Cine Vip Lepe y Multicines Al Andalus Ayamonte y Punta Umbría.- T.O.: 'Cats & dogs: The revenge of Kitty Galore'. Producción: Estados Unidos, 2010. Duración: 85 minutos. Dirección: Brad Peyton. Guión: Ron J. Friedman y Steve Bencich basado en los personajes creados por John Requa y Glenn Ficarra. Fotografía: Steve Poster. Música: Christopher Lennertz. Montaje: Julie Rogers. Intérpretes: Animación.

Han pasado casi diez años desde que viéramos aquel Como perros y gatos (2001), dirigido por Lawrence Guterman, y en ese vuelta y vuelta a un cine repetitivo, falto de originalidad, de creatividad y de ingenio, retomamos esa cinematografía ramplona y reiterativa que caracteriza la carencia de nuestro tiempo tan banal e insustancial en todos los órdenes. Y así estamos en ese cine familiar, palomitero y animatrónico que abunda en guiños cómicos conocidos hasta la saciedad, animales doméstico o mascotas, si ustedes quieren, que hablan con las voces de los más famosos intérpretes. En este caso y en la versión original las de Neil Patrick, Nick Nolte, Chris O´Donnell, Joe Pantoliano, Bette Midler y Roger Moore entre otros. En la versión española son las de siempre.

En cuanto a la historia no hace ni más ni menos que cuanto vimos en aquella versión antes recordada. La clásica guerra entre perros y gatos con su belicosidad acostumbrada. Un felino ha enloquecido y se ha vuelto inaguantable. Kitty Galore, una antigua agente de la organización de gatos espías MIAU -vean que originalidad-, ha desertado del grupo y se dispone, merced a una plan realmente diabólico, no sólo a derrotar a sus encarnizados adversarios sino a conquistar el mundo.

Aparte de la falta de originalidad del asunto que trata la película, tanto por la innegable reiteración del precedente como porque el tema de una u otra forma se ha dado en muchas películas, que han reproducido estas rivalidades caninas y felinas, el resultado técnico no deja de ser de un dinamismo admirable y de una gran imaginación en unas secuencias un tanto insólitas en este tipo de relatos y una trama propia de esta clase de historias.

Las técnicas empleadas han conseguido momentos de gran brillantez, sobre todo en esos pasajes en que los animales eran incapaces de hacer lo que imponía el guión y entonces se utilizaban las criaturas creadas al respecto con la colaboración de los responsables de efectos especiales, sin que la mayoría de las veces el cambio se advierta por parte de los espectadores, especialmente los niños en esta época de verano, que gozarán de tan divertida aventura.

El resultado es una despiadada pelea de perros y gatos en una comedia familiar realmente bien resuelta técnicamente y donde, en cierto modo la trama se inspira en esas peripecias de espionaje e intriga protagonizadas por agentes famosos con toda la parafernalia consiguiente, aquí trasladada al mundo animal. En suma un relato a lo James Bond que recuerda mucho a las míticas pendencias entre Tom y Jerry.

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