Quizás el arisco y extraño poeta conoció su risa antes que su persona. Quizás ya se había enamorado de ella sin saberlo. Quizás no había otro camino posible que el que los cruzó en 1913, en una de las conferencias que Juan Ramón Jiménez impartía en la Residencia de Estudiantes de Madrid. A ella acudió la escritora y lingüista Zenobia Camprubí y tres años después se convirtió en su esposa. En 1917 vio la luz Diario de un poeta recién casado, un verdadero cambio de rumbo en la poesía española, según defienden los expertos. En su centenario, el Centro Cultural de la Generación del 27 disecciona la obra gracias a un ciclo de conferencias que hoy cuenta con la charla de la poeta, dramaturga y teórica española de la historieta Ana Merino.

El 29 de enero de 1916 Juan Ramón Jiménez embarcó en Cádiz con destino a América y a su nueva vida. El 2 de marzo de ese año contrajo matrimonio con la de la 'americanita', esa joven de familia adinerada y culta afincada en Puerto Rico que había pasado su infancia en Estados Unidos. La ceremonia religiosa se celebró en la iglesia católica St. Stephen de Nueva York. Estaban presentes los hermanos de la novia y la madre, Isabel Aymar.

En esa travesía, durante los días en los que el Atlántico no era más que una inmensidad sin fin, Juan Ramón llevó un diario para relatar sus impresiones, su asombro. Igualmente lo hizo luego con la ciudad de Nueva York, tan fotogénica, tan cargada de rincones locuaces. También retrató en las páginas de su cuaderno su viaje a otras ciudades de su entorno y el regreso a España. Más tarde publicaría todas sus notas en un libro con el título de Diario de un poeta recién casado (Madrid, Editorial Calleja, 1917).

Según explican desde el Centro Cultural de la Generación del 27, "Diario de un poeta recién casado representa un gran cambio en los aspectos formales de la creación poética de este autor y fue la primera en aplicar en nuestro país el simbolismo pujante, liberándose de métrica y entregándose a la intensidad del amor y el asombro ante la inmensidad del mar".

El poeta de Moguer llegó a decir, relatan desde la entidad, "que este era su mejor libro porque en él se presentaba por primera vez una mezcla muy original de lírica e impresiones en prosa, de lugares y personas de otra cultura, y sobre todo de sensaciones nuevas motivadas por su encuentro con el mundo americano y con su viaje por mar". El libro, aunque tiene numerosos poemas que tratan de la aventura del poeta y de su viaje y luna de miel por tierras desconocidas, está todo él inspirado en el mar y en las sensaciones intensas que la visión de la inmensidad produjo en el poeta. De las seis partes de que se compone, tres están dedicadas al mar, siendo este el protagonista y el tema principal del libro.

José Andújar y Antonio Lafarque coordinan el ciclo de ocho conferencias que giran en torno a esta obra y que se podrán seguir en el Centro Cultural Provincial María Victoria Atencia, en la calle Ollerías, hasta el 18 de abril. El programa se abrió el pasado martes con Luis García Montero. Hoy (a las 20:00) Ana Merino presenta su comunicación. Licenciada en Historia Moderna y Contemporánea por la Universidad Autónoma de Madrid, doctorada en la Universidad de Pittsburgh, Merino es catedrática y directora del MFA de escritura creativa en español en la Universidad de Iowa en Iowa City.

Al término de las jornadas se publicará un libro compilatorio que recogerá las ocho comunicaciones, acompañadas además de textos de Caballero Bonald, Joan Margarit, Darío Jaramillo Agudelo, Alberto Santamaría, Lorenzo Oliván, Andrés Catalán, Antonio Lucas, Aurora Luque, Josep M. Rodríguez, Juan Marqués, Luis Muñoz, Abraham Gragera, Jorge Gimeno, Juan Andrés García Román, Sandra Santana y Erika Martínez.