Cultura

Victoria Federica reúne a sus padres

Multitud de fotógrafos estaban ahí, a las puertas de la iglesia de San Pedro Mártir del teologado de los Padres Dominicos en Alcobendas (Madrid), para captar la instantánea. Los duques de Lugo, que anunciaron el "cese temporal de su convivencia conyugal" a finales del año 2007, volvían a reunirse y a posar juntos para la prensa. La ocasión, nunca mejor dicho, lo requería. No todos los días una hija recibe su Primera Comunión. Ayer, la hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, Victoria Federica, vivió uno de los días más felices en la vida de una persona creyente. Junto a ella estuvieron sus padres, a pesar de las circunstancias. Y a pesar de lo que podría haber acarreado la situación, el ambiente fue tranquilo, familiar e incluso distendido. Eso sí, ambos padres accedieron al templo por separado y tan sólo estuvieron juntos durante el momento de la foto oficial.

La nieta mayor de los Reyes recibió este Sacramento junto a veinte compañeros más de su colegio, San Patricio, durante el transcurso de una íntima ceremonia religiosa de la que también fueron testigos don Juan Carlos y doña Sofía.

La iglesia era la misma en la que su hermano, Felipe Juan Froilán, de ahora 11 años y visiblemente mucho más 'formal', ya hiciera su Comunión hace dos años. Victoria Federica llegó de la mano de su madre y entró al templo por una puerta distinta a la que usó Jaime de Marichalar, aunque casi al mismo tiempo. El padre de la comulgante, por su parte, hizo su entrada en compañía de su madre, Concepción Saénz de Tejada, saludando a los familiares de otros niños.

La niña iba vestida con el tradicional traje de Primera Comunión, de organza con jaretas, y el cabello suelto con una diadema. Al término de la ceremonia, que duró apenas una hora, llegó el momento del posado en grupo a la entrada de la iglesia, la única estampa que quedará para el recuerdo de tan señalada ocasión.

Victoria reflejaba la ilusión con la que vivió el acontecimiento con una sonrisa dibujada en su cara. Entretanto doña Elena se mostraba también feliz y nada incómoda, al parecer, con la situación, incluso bromeó con algunos de sus familiares. Los duques de Palma también acudieron al feliz evento. El gran ausente fue el Príncipe de Asturias, don Felipe, padrino de la niña, en viaje oficial a Colombia junto a su esposa.

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