Retratos, autorretratos y escenas, verdaderos poemas visuales que hacen un recorrido por el devenir de una de las creadoras más reconocidas del país. La exposición Ouka Leele. Inédita permite al visitante descubrir a la artista, Premio Nacional de Fotografía, a través de sus imágenes en blanco y negro, sus pioneras obras coloreadas y sus últimos trabajos donde asumió el punto de inflexión digital en la fotografía. Una antología que cierra el ciclo de inauguraciones del Festival Latitudes 2015 y que podrá visitarse hasta el próximo 28 de marzo en la sala iberoamericana de la Casa Colón.

El presidente de la Asociación Cultural Latitudes 21, José Luis Ruiz, junto a la fotógrafa Ouka Leele, y representantes de entidades patrocinadoras y benefactoras, inauguraron ayer en la Casa Colón esta muestra. Esta exposición del Ministerio de Cultura y comisariada por Rafael Gordon muestra obras de medio y gran formato, una oportunidad única para conocer el lado más oculto de la obra fotográfica de la artista a través de un recorrido por obras de gran diversidad, unidas por un nexo en común: su carácter inédito. Un proceso de selección que ha permitido a la artista realizar una nueva mirada hacia el pasado fotográfico de sus instantáneas.

La exposición se convierte así en una antológica que celebra la madurez artística alcanzada por Ouka Leele, tras tres décadas de trabajo. Las imágenes escogidas, que reflejan su dominio técnico y su constante creatividad, son una perfecta síntesis para entender las diferentes etapas de la fotógrafa. Al tratarse de una exposición antológica, Ouka Leele. Inédita permite y sugiere diferentes lecturas, diferentes accesos a una misma realidad: el imaginario poético-visual de Ouka Leele. La presencia de obras realizadas en distintos momentos de su carrera hace posible que apreciemos la progresiva consolidación de su lenguaje, y la percepción del conjunto de las obras pretende transmitir la idea de "una comedia humana en fotografías", en palabras del comisario de la exposición, quien también explica que estamos ante un "viaje interior, hondo y pleno de dolorido sentir". Se trata de una exposición ecléctica y cargada de referencias a mundos externos (civilizaciones antiguas, mitologías diversas, literatura) e internos (familia, amigos, sueños…).

Bárbara Allende Gil de Biedma (nombre real de Ouka Leele) pasó su infancia entre Madrid y San Rafael, donde el bosque la impresionó profundamente y quizá para siempre. Creció rodeada de fuertes estímulos estéticos que no tardaron en despertar una sensibilidad artística temprana, natural y considerablemente intensa. Su actividad artística fue pletórica en épocas como los años 80, durante la movida madrileña, en los que extendió su ámbito de actuación hacia el extranjero y hacia otras disciplinas artísticas como el dibujo, la serigrafía, la pintura y también la literatura. En la última década, que podría considerarse la de su consagración definitiva, ha recibido los galardones más importantes de su carrera: en 2004, el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid, y en 2005, el Premio Nacional de Fotografía.