Toros

Tarde brillante de rejoneo, forcados y emoción a plaza llena en Cartaya

  • Rui Fernandes, Moura, Leonardo Hernández, Duarte Fernandes y Andrés Romero, quien cortó un rabo fueron a hombros.

  • Emocionantes pegas del grupo de Forcados Amadores de Coruche 

Tarde brillante de rejoneo, forcados y emoción a plaza llena en Cartaya

Tarde brillante de rejoneo, forcados y emoción a plaza llena en Cartaya / Paco Guerrero (Cartaya)

A la tarde de Cartaya le quedan sin duda un manojo de estampas y momentos especiales desde donde explicarla. Señalo dos, por intensas; por diferentes y porque seguramente singularizan muy bien el porqué tanta gente se fue ayer para la plaza a ver toros.

Una de esas imágenes las deja Lea con el ‘corazón’ de la plaza dejándole el mayor triunfo sentimental de todo el festejo. Esa gran ovación de desagravio a lo poco certera que estuvo la amazona con los aceros de matar es de las que curan la rabia interior; al menos la matizan y en ello la francesa lleva su premio en una tarde de muchos premios porque orejas hubo para cuajar un buen guiso. El otro momento que sirve para dar título a esta crónica lo pone un chaval muy joven; un portugués que a pesar de esas tres palizas que le había dejado el eral entre las costillas, magullado y la ropa revuelta de albero y sangre volvía a ponerse una y otra vez el gorro de campino y citaba al de Yerbabuena hasta que a la tercera se encunó bien para poner a la plaza en pie; como un resorte; a la voz de mando único que puso la pasión de la verdad con el forcado vencedor sobre el dolor. Las tres pegas le habían roto el ritmo al toro y Lea Vicens, en parte pagó eso. En fin ya saben eso de las gallinas que entran por las que salen. A pesar de la decepción, Lea disfrutó ese momento de cariño cuando la tarde ya se hacia en oscuridad.

Un final de fuegos artificiales

Así que con la tarde metida en menta y canela, con todos los erales de Yerbabuena funcionando con bravura y nobleza, incluida la cucarachilla que le tocó a Leonardo, y los actuantes cumpliendo con ese guión de saberse lo que traían entre manos y un arsenal de caballos importantes dejándole estampas importantes al festejo pocos esperaban que a la luz de los candiles viniera a vestir la casi noche esa osadía torera de un portugués muy joven que no rejonea como los portugueses, que encampana al tendido cada vez que remata una suerte y que su rejoneo echa chispas y deja recuerdos en los aficionados. Duarte Fernandes apasiona. En sus maneras se atisba que se nos viene otro rejoneador que conecta y bien con el público

Expertas manos y maneras

Mas no desprecie esta crónica la delicatessen del toreo que Moura ejerció frente al segundo; toreando; templando. Dos rejones de castigo en una perra gorda. Después mucha suavidad para meter los caballos en la cara del toro. Exigente la labor de Leonardo frente a esa cosilla pequeña, peluda y suave que le dejó el sorteo. Eficaz con los aceros y vibrante en la preparación de las suertes Leonardo pisó ayer con fuerza para arrancarle el triunfo a una tarde bonita de toreo.

También Romero en el triunfo total de máximos trofeos con otro eral en bravo pero de menos dulzura en su embestida. Brillante en ese capítulo de parar pero sin duda sublime cuando Andrés logra esa comunión con Fuente Rey para ligar a la cola del caballo esa embestida codiciosa que llevó a donde quiso en muchos momentos. A más en esos instantes en los que Farrugia derrochó torería a escasos metros del oponente, quieto y mirando de frente saliendo indemne en el quiebro. El rejonazo cierto y certero encendió a su favor al tendido en otro triunfo muy legítimo. Rui Fernandes le puso oficio y acierto a su labor con el primero de la tarde aunque sin duda el mérito de esas dos orejas lo avala ese gran rejón de muerte con el que firmó su faena al que abrió plaza.Como decía el tango: y todo a media luz... Pues eso, que así nos fuimos de la plaza.

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