Cultura

El Prado crece con la donación de 25 obras de la colección de Plácido Arango

  • Entre los cuadros hay pinturas originales de Goya, Zurbarán, Pedro de Campaña, Francisco Barrera, Francisco López Caro, Luis Tristán, Alejandro de Loarte y Francisco de Herrera el Mozo

La donación realizada por Plácido Arango de 25 obras maestras de arte antiguo supone "un auténtico y emotivo aldabonazo al corazón de la colección de pintura española" del Prado, en opinión del director del museo, Miguel Zugaza.

Con obras que cubren lagunas, como es el caso de Pedro de Campaña, o que refuerzan a artistas ya presentes en el museo, como Zurbarán o Goya, esta donación "que se incorpora al elenco de las grandes donaciones del museo", según Zugaza, enriquece notablemente la colección del museo especialmente en el ámbito de la pintura española y de los artistas europeos que trabajaron en España entre los siglos XVI y XIX.

El presidente del Patronato del Prado, José Pedro Pérez Llorca, y el director del museo, Miguel Zugaza, se reunieron con los medios de comunicación tras la reunión plenaria del Patronato, en la que se aceptó la donación de Plácido Arango, que fue presidente de este Patronato entre 2007 y 2012 y actualmente es patrono de honor del Prado.

Además, durante esta reunión se han incorporado como nuevos patronos el hispanista John Elliott y Alvaro Fernández Villaverde, marqués de Santa Cruz y ex presidente de Patrimonio Nacional.

El presidente del Patronato comentó "la elegancia" con la que Plácido Arango ha realizado la donación, "ya que no quiere ningún acto público de agradecimiento en el que él esté presente".

Esta no es la primera donación que el empresario mexicano hace al Prado ya que en 1991 donó una primera edición de los Caprichos de Goya, recordó Miguel Zugaza, quien explicó que a pesar de ser una donación en usufructo vitalicio "nos ha facilitado poder exponer gradual y periódicamente las obras en presentaciones especiales".

Así ocurrirá a partir del 7 de julio en que una selección de diez obras se exhibirán temporalmente en su contexto, o en el caso de la exposición temporal que el Prado dedicará a Luis de Morales a partir de octubre y que contará con las dos obras donadas de este autor.

Miguel Falomir, director adjunto del museo, calificó también de excepcional la donación, que abarca desde 1528 hasta 1824. Por una parte, "ayuda a paliar algunas lagunas de autores importantes que no estaban en el museo, como es el caso de Felipe Pablo de San Leocadio, Pedro de Campaña, Francisco Barrera y Francisco López Caro".

Especial es el caso de Pedro de Campaña, flamenco afincado en España que contribuyó decisivamente al desarrollo de la pintura española del Renacimiento, del que se han incorporado las pinturas Camino del Calvario y Descendimiento.

Además, "refuerza a autores ya representados" como Zurbarán con las pinturas Inmaculada Concepción, Inmaculada niña y el hamletiano San Francisco en oración, que permiten al Prado zanjar su deuda con el pintor extremeño. "De todos los maestros del Siglo de Oro español, es el peor representado, con esta donación se palia la carencia".

También se refuerza la presencia de Luis Tristán (1585-1624) con la incorporación de un monumental Calvario; de Eugenio Cajés (1575-1634) con su misteriosa Natividad, o de bodegonistas como Alejandro de Loarte (1590-1626) y Francisco Barrera (1595-1658).

Para Falomir es especialmente importante que la donación de los Toros de Burdeos de Goya unidos a la donación previa de los Caprichos, culminan la magnífica colección de la obra impresa del maestro aragonés en el Prado.

Al nombre de Goya se une el de Francisco de Herrera el Mozo (1622-1685) con la pintura El sueño de José, ya que ningún otro muestra mejor la singular personalidad como coleccionista de Plácido Arango, quien siempre ha elegido cómo su obra favorita del Prado el Triunfo de San Hermenegildo, de este artista.

Miguel Falomir destacó finalmente el extraordinario estado de conservación de las obras de esta donación, que no tiene ninguna contrapartida y cuya valoración económica no se ha realizado todavía.

"No hay mayor satisfacción para un coleccionista que ver cómo el fruto de su labor sirve para enriquecer un museo público tan mágico e irrepetible como es el Museo del Prado", dijo ayer Arango a la agencia Dpa.

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