Cultura

Heras-Casado ante su primer Wagner

  • El director granadino "culmina" su relación con el Teatro Real

Un momento del montaje dirigido por Pablo Heras-Casado.

Un momento del montaje dirigido por Pablo Heras-Casado. / pablo del real

El director de orquesta granadino Pablo Heras-Casado dirigirá por primera vez en su carrera artística una ópera de Wagner, en concreto El holandés errante, "todo un reto" con el que "culmina" la relación que mantiene con el Teatro Real, donde es director principal invitado.

Entre el 17 de diciembre y el 3 de enero de 2017, durante 10 funciones, el coliseo madrileño acogerá el montaje de esta ópera wagneriana que vuelve a unir a Heras-Casado (dirección musical) con Àlex Ollé (dirección artística) y Alfons Flores (escenografía) tras la producción de Ascenso y caída de la ciudad de Mahagony, de Kurt Weill, ópera que inauguró la temporada 2010-2011 del Real.

"Es la primera vez que dirijo a Wagner, y es un momento muy importante en mi vida artística porque es mi culminación con el Teatro Real", expresó el director musical (Granada, 1977) durante la presentación de este nuevo montaje, el tercero de esta composición que sube a escena en la institución operística madrileña.

En esta ocasión, ha destacado Heras-Casado, se ha enfrentado a un "reto" que ha vivido con la "energía y pasión" de todo el equipo de esta producción que llenará el escenario de más de ocho toneladas de arena, una cantidad que sirve para recrear la propuesta de Ollé, quien se ha inspirado en la localidad de Chittagong (Bangladés), para traer este drama a nuestros días.

"Lo que nos preguntamos es si sería posible que pasara en la actualidad un holandés errante. Y pensamos en los piratas de Somalia, pero nos faltaba algo más. Así que un día, viendo un documental sobre Chittagong, vimos que también era una sociedad (como la que plantea la ópera) que cree en la reencarnación", afirmó Ollé, de la Fura dels Baus. En este sentido, según sus palabras, esta propuesta escénica "actualiza" la ópera y les hace ser "muy leales", así como muy "reales", ante la propuesta de Wagner.

Pero Ollé y Flores, además de convertir el escenario en una auténtica playa, también han ocupado el espacio con un barco "interminable", el barco fantasma donde se desarrolla gran parte de la trama; para cuya construcción se han usado los medios "antiquísimos" del teatro: "cuerdas y poleas". Aunque esta propuesta también contará con una gran presencia audiovisual, ya que el montaje cuenta con una pantalla. "Con un trabajo de vídeo acompañamos la música con un formato casi hipnótico", matizó Ollé, también director artístico de La Fura dels Baus.

"Wagner es una vivencia que no se parece a nada. Esta experiencia es muy intensa a todos los niveles porque casi ningún otro compositor demanda tanto de un director de orquesta", concluyó por suparte el granadino Pablo Heras-Casado, quien para enfrentarse a estas dos horas y media de obra, sin descanso, tiene que "dosificar las energías" para llegar al final.

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