La memoria Las ediciones quedaron marcadas por la presencia de los escritores

Un Festival con muchos Nobel

  • Camilo José Cela acudió a una mesa redonda en la cuarta edición, en 1979, mientras que José Saramago y Mario Vargas Llosa fueron miembros del jurado oficial en 1988 y 1995, respectivamente

La reciente concesión del Nobel de Literatura al escritor Mario Vargas Llosa da pie a desempolvar de la hemeroteca parte de la historia del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva por el que han pasado muchas personalidades de la cinematografía nacional e internacional, pero también y muy especialmente escritores vinculados con el cine. Personas que consiguieron más tarde el Nobel de Literatura como Camilo José Cela, José Saramago o Mario Vargas Llosa, todos ellos pasaron por este Festival y forman parte de su historia.

En Huelva se celebraba a principios de diciembre de 1979 el V Festival de Cine Iberoamericano, cuando aparecía invitado en una mesa coloquio Camilo José Cela, que no dejó indiferente a nadie, allí estuvo con José Donoso, Arturo Azuela y José María Vaz de Soto con la moderación de Vicente Quiroga. Dio mucho que hablar durante el Festival por la agresividad que Cela manifestada hacia el público y hacia sus propios compañeros. Se incide, no obstante, que las agresiones de Cela eran contra la mediocridad de la sociedad, contra la vulgaridad y los cerebros encorchados. Se asegura que "Cela nos estimula y nos espolea a todos con su ironía y su posición es al tiempo que brillante, realmente ingrata". En aquel acto participa desde el público Carlos Saura que ya había sido objeto de anterior mesa redonda.

Casi una década después acude al Iberoamericano José Saramago que participa en el jurado, la 15 edición está instaurada en noviembre del 25 al 3 de diciembre, estamos en 1988. El escritor portugués declara a Huelva Información que "este Festival, desde un punto de vista cualitativo, tiene mayor trascendencia que el de Cannes". Afirma que "ahora se vive en la Península Ibérica lo que podríamos denominar como una especie de vértigo europeo", lo que considera un error si se hace olvidando Latinoamérica, y asegura rotundamente que "este es un Festival referido a un mundo que debe importarnos mucho más de lo que nos importa". Sus ideas y pensamientos políticos son claros y lamenta que todo pase por Bruselas, "pero si nuestros políticos tuviesen un poco de conciencia histórica, si supiesen lo que es la historia y la cultura, y el valor de los lazos con esas zonas que para bien y para el mal hemos hecho los portugueses y los españoles, si reflexionamos lo que significa latinoamérica, se volvería a mirar hacia allá con mucha fuerza, sobre todo porque en esos países está el futuro".

En 1995 Mario Vargas Llosa preside el jurado oficial, es la 21 edición, del 18 al 25 de noviembre con cartel que ilustra nuestro compañero Vicente Toti. El escritor protagoniza la apertura oficial del certamen explicando al público del Palacio de Congresos que su presencia en este certamen se debe a su afición al cine como parte integrante de una generación formada con libros y largometrajes. En el encuentro con el público Vargas Llosa es como siempre, exquisito, cortés, una auténtica delicia para el oyente. En entrevista para Huelva Información, Vargas Llosa asegura que ocupa sus mañanas a la escritura, mientras que las tardes son para ver cine. Adelantó que se encontraba trabajando en una nueva novela, Los cuadernos de don Rigoberto. Destaca también el reconocimiento que estaba teniendo la literatura hispanoamericana, "que hasta el momento había sido considerada como de segunda categoría". Señala que "cada libro es una aventura diferente; el estilo queda determinado por el tema y va saliendo a tientas".

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