El Instituto Cervantes negocia con "una gran universidad" de Estados Unidos la creación de un observatorio permanente del español, que se pondría en marcha en 2013 y que sería un centro de referencia para el diagnóstico de "la cambiante situación" del español en este país. Así lo anunció ayer el director del Cervantes, Víctor García de la Concha, en un encuentro con la prensa que tuvo lugar antes de que comenzara en el Palacio del Pardo la reunión anual del patronato del Instituto, presidido por los reyes.

García de la Concha aseguró que el Instituto procurará que la reducción del presupuesto global que ha experimentado -de un 13,9%- "afecte en la menor medida posible a su actividad", si bien revisará la política de alquileres de centros, tratará de aprovechar locales propiedad del Estado en el extranjero y estudia "la venta de algún edificio".

Aunque la reducción global de los presupuestos para 2013 sea del 13,9%, el Cervantes recibirá el próximo año un 37 % menos en concepto de transferencias del Estado y pasará de los 80 millones de este año a 50,38. El resto lo consigue mediante financiación propia, a través de matrículas de alumnos y diferentes patrocinios.

Si no se logran nuevas vías de financiación y durante la tramitación parlamentaria de los presupuestos no aumenta la aportación del Estado, habría que cerrar dos centros en Brasil (Recife y Curitiba), el de Damasco y el de Sofía, comentó el secretario general del Cervantes, Rafael Rodríguez Ponga.

El Cervantes espera llegar "pronto" a una autofinanciación del 50%, frente al 35% que tiene ahora, añadió Rodríguez Ponga.

También se reducirán las emisiones de Cervantes Televisión, porque su audiencia "es muy limitada", pero, a cambio, se incrementará la colaboración con RTVE y con Radio Exterior.

Para lo que sí se ha conseguido ya patrocinio, e "importante", es para el observatorio permanente del español que se creará en EEUU, señaló García de la Concha, quien prefirió no desvelar el nombre de "la gran universidad" con la que se está negociando.

En ese centro se le prestará especial atención a "la evolución social, cultural y lingüística" del español en Estados Unidos, "a su uso por las distintas minorías de hispanos y a su convivencia con otras lenguas". El observatorio se conectará con la red de aulas Cervantes de otras universidades y se contará con la colaboración de universidades y academias iberoamericanas.

El director se mostró convencido de que el Cervantes es "sumamente importante en la acción exterior del Estado español", pero la intención es que también "sea iberoamericano de verdad, no solo español".

En esa línea, se ha negociado con el Gobierno mexicano compartir todos los centros que este país tiene en EEUU, que "los cederían para realizar actividades conjuntas y otras exclusivas del Cervantes", señaló el director, que también cuenta con la colaboración de las Academias hispanoamericanas de la lengua y con las universidades latinoamericanas para estrechar lazos entre el Cervantes e Hispanoamérica.