festival de cine iberoamericano

Cervantes no falta a su cita con el Festival

  • El premio al nicaragüense Sergio Ramírez, presidente del jurado en 2002, subraya el idilio con las letras

Sergio Ramírez, en el centro, como jurado del Iberoamericano en 2002.

Sergio Ramírez, en el centro, como jurado del Iberoamericano en 2002. / ana pajaro

El nicaragüense Sergio Ramírez es el último eslabón de la cadena. Hay un fuerte vínculo entre el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva y la literatura, reflejado a lo largo de los años con la presencia de destacados escritores y poetas que elevaron el certamen onubense a la categoría de foro cultural de primer orden.

A Ramírez le concedieron ayer el Premio Cervantes, la más alta distinción en lengua española, pero fue hace quince años, en 2002, cuando estuvo una semana en Huelva como presidente del jurado -entre otros, con el director brasileño Ruy Guerra y la actriz española Aitana Sánchez-Gijón-, apelando también a su condición de gran aficionado al cine.

No es el primer Cervantes de cuya presencia puede alardear el Festival onubense, y probablemente tampoco será el último. Al uruguayo Juan Carlos Onetti le tocó también presidir el jurado del Iberoamericano en 1981, un año después de que se le concediese el premio. El jerezano Caballero Bonald estuvo al frente del jurado en 1983 y no recibió el Cervantes hasta 2012. Y a Rafael Alberti no le tocó juzgar las películas pero sí fue autor del cartel de la edición de 1986, tres años después de ser reconocido por el Ministerio de Cultura.

El colombiano Álvaro Mutis se lo llevó en 2003, pero en 1988 fue jurado también en Huelva, con José Saramago, posteriormente Nobel, como Vargas Llosa, presidente en 1995, un año después de lograr el Cervantes. Y Camilo José Cela, como invitado a una mesa redonda sobre cine y literatura, estuvo en el Iberoamericano en 1977. Hay tiempo para más.

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