Cristina López Barrio empezaba puntual su acto con lectores a las ocho y media. Fuera, a sólo un par de metros de la caseta, Blue Jeans (Francisco de Paula Fernández) firmaba ejemplares de sus novelas a los adolescentes de un alargado grupo tras compartir una hora de charla con ellos. La escritora llegaba casi sin aliento a Huelva tras almorzar en el Palacio Real con una representación de las letras en homenaje al Cervantes, Sergio Ramírez. Blue Jeans seguía, hora y media después, rodeado de escolares en busca de dedicatorias y posados de fotos. Antes habían abarrotado el salón de actos habilitado en la Plaza de las Monjas, embelesadas y admiradas, frente a la finalista del Planeta 2017, cuya compañía se limitó después a cubrir sólo medio aforo. Cosas de la literatura actual.

Los dos autores fueron los grandes protagonistas ayer de la primera jornada de la Feria del Libro de Huelva. Ya destacaban entre la programación por ser dos de los nombres que más interés despertaban entre el público onubense. Ideales para lanzar esta edición desde el principio a las altas cotas que a partir de ahora se marca.

La firma de libros de Blue Jeans se prolongó más de dos horas la tarde de ayer

No salió mal la apuesta a la organización: el escritor sevillano se llevó a los jóvenes y apasionados adolescentes, y la novelista madrileña, a lectores avanzados y maduros. Dos tipos de público para dos tipos de novela; dos mundos, en definitiva, habitados por lectores.

Ese diálogo directo y fluido de Blue Jeans con sus presentadoras (tres estudiantes de 2º de ESO del Diego Guzmán y Quesada, fieles seguidoras de su obra) dejó algunas confesiones. Como que en ese giro con La chica invisible hacia el misterio y los asesinatos tiene mucho que ver Agatha Christie, "mi escritora favorita", aseguró. O que un antiguo profesor de colegio, "don Antonio", le inculcaba "escribir poco a poco", guardando el escrito y retomándolo después.

Quizá por eso, o quizá porque le rechazaron antes ocho editoriales, y porque nunca ganó ninguno de los concursos literarios a los que se presentó, acabó publicando una historia por entregas en una antigua red social, Fotolog" precursora de Instagram. Y recurrió a los envíos masivos por correo -antes de que llegara también Facebook- para ganarse miles de lectores y el contrato de una editorial con la que acabó publicando, ya íntegra, su primera novela, Canciones para Paula. Le siguieron dos más hasta completar una trilogía que le llevó a fichar por la editorial Planeta, a seguir publicando best-sellers e incluso a ser adaptado uno de sus títulos para el cine.

Cristina López Barrio tuvo también su particular punto de inflexión con la gran editorial española como protagonista. Nunca había tenido agente literario, contó también en Huelva, pero la que empezó a representarle vio el potencial de su nueva obra y la incitó a presentarla al Premio Planeta: ahora está en plena gira como finalista con Niebla en Tánger.

Es metaficción, con toques de fantasía y atmósfera romántica, en la que la protagonista se plantea salir de su rutina, dijo también: "Necesita un giro en su vida pero no se atreve a tomar una decisión porque toda decisión implica una renuncia". Puede que sean reflexiones para un lector maduro. Porque éste es otro planeta.