transporte marítimo

El paso lógico a la consolidación

  • El Puerto ultima contactos para que una naviera china visite las instalaciones onubenses con el proyecto de instalarse en ellas a través de distintas modalidades

Las grúas de Concasa en el Muelle Sur del Puerto de Huelva.

Las grúas de Concasa en el Muelle Sur del Puerto de Huelva. / óscar lezameta

El Puerto se juega estos meses buena parte de su futuro. Parece exagerado, pero los proyectos que en la actualidad tiene puestos en marcha la Autoridad Portuaria, determinarán de su éxito o fracaso, las oportunidades que se abrirán o no para los muelles onubenses. Dejando a un lado los trabajos llevados a cabo en el denominado Puerto-Ciudad que tienen un indudable peso sobre todo en unas instalaciones que obtienen beneficios que deben devolver a una sociedad casi huérfana de infraestructuras que contribuyan a mejorar la calidad de vida de una ciudad que debe volver a mirar al mar y recuperar el espacio que la actividad marítima le distrajo, sobre la mesa de los responsables portuarios están buena parte de aquello en lo que debe basar su actividad en las próximas décadas.

El primero de ellos es puramente estratégico: la propuesta de Cepsa y Enagás de convertir sus pantalanes en algo más trascendente que una gasolinera para el combustible marítimo, no del futuro, sino del presente más actual, asienta las bases del Puerto como un hub energético para el Gas Natural Licuado. Sencillamente, ya ha lugares en el mundo, donde los buques no pueden transitar si no lo utilizan.

La intermodalidad precisa de una naviera fuerte para poder despegar totalmente

El aspecto de la logística comenzará a dar sus frutos dentro de unos días. Adjudicadas las obras de la primera fase de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL), este nuevo espacio, limpio y rentable, comenzará a proporcionar algo en lo que, no sólo el Puerto, sino toda Huelva, estaba en situación de desventaja; los ingresos de un transporte que, hasta ahora simplemente era una estación de paso, más que un lugar donde se genera riqueza. Dar contenido a unos terrenos en la actualidad baldíos y que son capaces de conseguir más de un millar de puestos de trabajo y generar 80 millones de euros anuales en ingresos, es otro escalón a subir en una escalera que, hasta el momento, ni se había imaginado.

La intermodalidad pretendida y lograda con las instalaciones del Muelle Sur, es uno de los focos en los que ahora se quiere dar un paso adelante. El primer operador turco, Yilport y Concasa, ofrecieron una alternativa a los graneles líquidos y sólidos en los que hasta ahora el Puerto ha basado su modelo de desarrollo; a partir de ese momento empezó un actor distinto, alguien que permite colocar al Puerto dentro de los estándares de transporte mundial. Por decirlo de una manera más directa; si un Puerto no está posicionado en el tráfico de contenedores, va a tener complicado formar parte de unas autopistas de transporte que le son vitales para poder sobrevivir.

En un en principio poco trascendente acuerdo entre la Agencia Idea y la Autoridad Portuaria, el presidente de esta última, José Luis Ramos, pronunció la frase clave: "China es el mercado que hay que seducir".

Dejaba la puerta a un trabajo que llevaba meses oculto entre gestiones, llamadas, citas y encuentros en una labor tan callada como requieren los modos asiáticos y, en general, un mundo como el de las compañías navieras, auténticos imperios empresariales que ocultan hasta el máximo celo sus intenciones para no dar pistas a unos rivales que les disputan a cara de perro cada décima de cuota de mercado.

La siguiente será la primera que se produzca bajo el foco de la curiosidad pública. Entre los próximos 16 y 18 de mayo, Shangai, uno de los lugares donde el transporte marítimo se ha desarrollado hasta extremos complicados de asimilar, tendrá lugar una feria dedicada al mismo donde los responsables de la Autoridad Portuaria onubense, acuden con la intención de comenzar unas negociaciones que llevarán meses, cuando no años. La agenda cargada de reuniones debe dar como resultado la visita a las instalaciones onubenses de representantes de compañías chinas. Lo que Huelva les ofrece, básicamente, es un lienzo en blanco donde poder llevar a cabo sus actividades, tanto en los muelles más extensos de España, como en la proyectada ZAL.

Se trata de una necesidad imperiosa. Los anteriores proyectos tendrían poco sentido si no se da este paso, absolutamente trascendente. Huelva está encajonada entre dos gigantes; por un lado, Algeciras es de color azul claro, el corporativo de Maersk, la mayor compañía naviera del mundo; 20 de cada 100 teus que se mueven en el mundo son suyos. Sines es amarillo, los que lucen los contenedores de MSC, la segunda de ellas. De no encontrar una naviera potente que se asiente en sus muelles, Huelva corre el peligro de la más absoluta indiferencia. Todos los pasos que se han dado por aprovechar la posición estratégica del Puerto en las rutas entre Europa, África y Latinoamérica, corren el peligro de naufragio.

Salvaguardando los intereses de las dos empresas que han sostenido el crecimiento del transporte por contenedores en Huelva, la presencia de una potente empresa china, se antoja como fundamental. Hay que ponerle nombre y es ahí donde la discreción en los contactos es la mejor garantía de su éxito. El presidente del Puerto apuntó directamente hacia "las 6 u 8 mayores navieras mundiales" y ahí se acortan las opciones. ¿Cosco? ¿China Shipping? ¿La coreana Hanjin? ¿La japonesa Mitsui?

Las opciones se acortan aunque por el momento, todas ellas están abiertas. La fórmula elegida, se deja al arbitrio de lo que la elegida escoja entre las opciones que Huelva le ofrece y que pueden ir desde un muelle donde operar sus contenedores, a una plataforma de distribución, o a instalarse en la ZAL actualmente en proceso de creación. Las navieras chinas se han posicionado en el marcado español a través de la compra de Noatum, una plataforma que controlaba su actividad en puertos como Valencia y Bilbao, además de los puertos secos de Madrid y Barcelona. Tampoco es ajeno el proceso de fusión que en la actualidad que se vive en el mundo de las empresas navieras y que dejará el mismo en cuatro grandes alianzas que controlarán buena parte del comercio marítimo mundial y que representa el 70% de todo el que se realiza en el mundo.

El panorama es apasionante por los retos que conlleva y con la misma ansiedad del que tiene todo por hacer, Huelva encara su futuro portuario con la misma emoción que el escolar que recibe sus cuadernos en blanco al inicio del curso. La responsabilidad es máxima, ya que el riesgo de no lograrlo es demasiado aventurado como para dejarlo para una nueva oportunidad. De lo que pase en las próximas semanas y meses, depende buena parte de lo que vayan a ser los muelles onubenses en décadas. El apoyo debe ser fundamental, ya que la seriedad en la gestión está garantizada. Habrá que esperar, pero no demasiado. En este mundo, nadie lo hace.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios