Huelva

Los menores extranjeros acogidos en verano tienen la asistencia sanitaria

  • La Junta de Andalucía garantiza la atención de las necesidades de más de 250 niños

La Junta garantiza un año más la asistencia sanitaria que puedan precisar los 259 niños, procedentes del Sáhara, Bielorrusia y Ucrania, que están pasando los meses de verano en Huelva en programas de estancia temporal con familias. La respuesta a las necesidades asistenciales de estos menores queda contemplada en el convenio de colaboración suscrito entre la Consejería de Salud y las doce entidades y organizaciones no gubernamentales que desarrollan estos programas en la comunidad andaluza.

En virtud de este acuerdo, que se viene renovando anualmente desde 2000, la administración sanitaria se compromete a atender las necesidades de estos menores, y ponen a su disposición todos los medios humanos, curativos y preventivos necesarios, en las mismas condiciones que se ofrecen al resto de la población andaluza, según informó la Junta de Andalucía.

Así, además de disfrutar de la misma oferta asistencial, se incluye también la posibilidad de beneficiarse de programas preventivos, como el de vacunaciones y de actividades de promoción de la salud.

El informe en el que se recogen las actuaciones sanitarias llevadas a cabo en el verano 2016, dentro del Programa de Estancia Temporal de la sanidad pública andaluza, concluye que estos menores, cuando regresan a sus países de origen, presentan una notable mejora de su estado de salud, con aumento de peso y estatura, así como una mejora de la salud psíquica, emocional y de la autoestima.

La variedad de lugares de procedencia de estos niños determina que sean muy variadas las necesidades que presentan y, por tanto, la atención específica que reciben. De hecho, como ya es habitual, además de los correspondientes reconocimientos médicos, el año pasado se llevaron a cabo otras actuaciones adaptadas a sus situaciones concretas.

Como ejemplo, en el caso de los procedentes de Bielorrusia, las asistencias se dirigen a paliar los efectos de la radiación de la catástrofe producida en la estación nuclear de Chernóbil. A su regreso se ha constatado la disminución del índice de radiación en los menores.

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