Huelva

El juez controla el alejamiento impuesto a diez maltratadores con brazaletes

  • En octubre 108 onubenses cumplían condena en prisión por violencia machista

  • Huelva inicia noviembre con una mujer en riesgo extremo en el Sistema Integral del Violencia de Género

A la izquierda, el brazalete que el agresor debe llevar en la pierna; a la derecha, el dispositivo que porta la víctima.

A la izquierda, el brazalete que el agresor debe llevar en la pierna; a la derecha, el dispositivo que porta la víctima. / ángel díaz

El control de las medidas de alejamiento impuestas por el juez a los inculpados o condenados por violencia machista se realiza, en ocasiones, utilizando un sistema de seguimiento telemático -un brazalete que geolocaliza al potencial agresor y a la víctima- que permite verificar el cumplimiento de las medidas y penas de prohibición de aproximación a la perjudicada impuestas en los procedimientos que se sigan por violencia de género.

En Huelva, a cierre del pasado mes de octubre, diez hombres tenían instalados estos dispositivos. En nuestra comunidad autónoma son 300 en total. Así consta en el Boletín Estadístico de Violencia de Género publicado recientemente por el Ministerio Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

La pulsera antimaltrato, como conmúnmente se conoce a este dispositivo, proporciona, además, información actualizada y permanente de las incidencias que afecten al cumplimiento o incumplimiento de las medidas o penas, así como de las posibles incidencias, tanto accidentales como provocadas, en el funcionamiento de los dispositivos electrónicos utilizados.

La colocación del brazalete se realiza en sede judicial, una vez que la autoridad judicial ha notificado la medida al inculpado. En un máximo de 24 horas, el juzgado comunica su resolución a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y también al centro de control Cometa, que gestiona la instalación. Una vez colocados los dispositivos, los avisos que genera el sistema son de dos tipos: alarma y alerta, graduados de mayor a menor riesgo.

Con todo, esos diez dispositivos que figuran en el sistema de seguimiento por medios telemáticos de las medidas de alejamiento de violencia de género son tres menos que en octubre de 2016 (-23,1%), cuando se llegaron a mantener activos 13.

La misma estadística indica que el décimo mes del año se clausuró en nuestra provincia con un total de 108 onubenses en prisión por delitos relacionados con la violencia machista, el 6,7% de Andalucía, donde hay 1.601 hombres cumpliendo condena por esta cuestión. En España, según los datos estatales, esta población reclusa supera los 6.350 internos, lo que da una idea de la envergadura del problema.

En el Boletín Estadístico de Violencia de Género también se reflejan las llamadas realizadas al teléfono 016, de atención a las víctimas del terrorismo machista. En total, en octubre fueron realizadas 56, un 27,3% menos que un año antes. La mayor parte de ellas, 35, las efectuó la propia afectada; en otras 20 ocasiones levantaron el teléfono familiares y allegados de las perjudicadas.

De otra parte, el Servicio Telefónico de Atención y Protección para Víctimas de Violencia de Género (Atenpro), que consiste en la entrega de un dispositivo móvil que permite a las perjudicadas entrar en contacto en cualquier momento con un centro atendido por personal especializado, mantenía hace dos meses a cien usuarias activas, un 12% más que en octubre de 2016. Hubo cinco altas nuevas y sólo una baja.

El Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (VioGén), de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, sirve para realizar una predicción del riesgo que sufren las mujeres, hacerles un seguimiento, darles protección y proporcionarles un plan de seguridad personalizado. A él pueden acceder las distintas instituciones con competencias en violencia machista, desde los policías y guardias civiles a los órganos judiciales.

En la provincia de Huelva Viogén mantenía al cierre de octubre 1.075 casos activos. En casi la mitad de ellos, 532, el riesgo de que la mujer sufra un ataque por parte de su agresor se considera "no apreciado". Hay otras 448 en riesgo bajo, 89 en riesgo medio, otras cinco víctimas en riesgo alto y una en riesgo extremo.

Este último caso, el más grave de todos, se refiere al de una mujer de nacionalidad extranjera que tiene entre 18 y 30 años, según puede extraerse de la estadística estatal.

No obstante, el grueso de los asuntos se centra en la franja de las que tienen entre 31 y 45 años, 481 en total. Le sigue en importancia el segmento poblacional en el que se sitúa la mujer en riesgo extremo, la de entre 18 y 30 años, con 314 casos activos en el sistema, donde se registran, además, otros 242 de mujeres de entre 46 y 64 años y 22 más de mujeres con 65 años o más.

Llama la atención que en VioGén aparecen 16 casos activos de niñas de entre 14 y 17 años: siete con riesgo no apreciado, ocho en riesgo bajo y una en riesgo medio, una situación que preocupa y mucho a las instituciones que trabajan con ellas.

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