El cielo de Huelva se tiñe de un color grisáceo con motivo de un episodio intenso de calima llegado este lunes. No será cosa de mucho tiempo porque ya este martes no habrá rastro de la misma. De hecho, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) se espera que para este martes caigan las temperaturas respecto al lunes para, seguidamente, subir a partir del fin de semana.

¿Qué es la calima?

La calima es un fenómeno meteorológico que se produce en la atmósfera. Su característica principal es que tiene una gran cantidad de partículas de polvo y arena. De esta forma, también reduce la visibilidad al igual que la niebla, indican desde Meterologíaenred.

El problema de esta situación está en la alta concentración de partículas PM10. Las PM10 se pueden definir como aquellas partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen, dispersas en la atmósfera, y cuyo diámetro varía entre 2,5 y 10 µm (1 micrómetro corresponde la milésima parte de 1 milímetro).

Existen dos tipos de calima en función del origen de esas partículas. La calima que está esta semana en los cielos españoles es la calima de tipo 'A' o calima 'natural' que se produce a partir del transporte de arena, sales del agua (sodio) u otros elementos presentes el ambiente. La segunda es la ocasionada por 'eventos especiales' como la contaminación o los efectos forestales.

La diferencia entre la calima y los otros fenómenos con los que se suele confundir son por la composición de las partículas que reducen la visibilidad. Mientras que en la bruma y la niebla son partículas de agua condensadas formando nubes, en la calima son motas de polvo, arena, cenizas e incluso arcilla.

El 'culpable' del bodegón anaranjado en movimiento es un excepcional episodio de polvo procedente del desierto del Sahara, que trae a la península el espectáculo propio de latitudes más cercanas al trópico.  El polvo en suspensión procedente del norte de África da lugar a calima, lluvias de barro y un empeoramiento de la calidad del aire.

Lo normal es que dure solo unos días, con el cambio de masas de aire, propiciado por viento y/o lluvia que ayudan a dispersar las partículas en suspensión.

Cómo protegerse de una nube de polvo

• Mascarilla en exteriores: es preferible FFP2 para mayor protección frente a las partículas que podrían albergarse en la tráquea e, incluso, llegar a los pulmones.
• No practicar deporte al aire libre 
• Cerrar puertas y ventanas en las viviendas para evitar que entre el polvo 
• Las personas con problemas respiratorios que salgan solo lo imprescindible.
• Si se tiene la sensación de cuerpos extraños en los ojos, la persona debe lavarse la cara con abundante agua. La organización resaltó la importancia de usar agua potable, hervida o clorada.
•  Ingiera abundantes líquidos, en especial niños y ancianos, para evitar la deshidratación.
• Se deben cubrir todas las fuentes de agua, como pozos, recipientes o tanques, que estén al aire libre para evitar contaminación.
• La OMS recomienda humedecer sectores de la casa antes de barrer para evitar levantar el polvo que se acumula.