Segunda asamblea de la asociación SOS Bebés Robados Huelva, una cita que tuvo lugar ayer en la Gota de Leche y a la que acudieron más de 70 afectados por la presuntas desapariciones de neonatos entre las décadas de los 50 y los 90 del pasado siglo en la provincia. Una de las novedades del encuentro fue la asistencia de la Policía Nacional, que resolvió las dudas de los participantes durante el tramo final de la reunión multitudinaria.

En este marco, el inspector jefe del Grupo IV de la Policía Judicial de Huelva (SAF-Udev), Emilio Fernández, que dirige la investigación policial, animó a los presentes a seguir con su lucha y destacó que hasta el momento se contabilizan más de 70 denuncias de víctimas onubenses de la presunta trama del robo de recién nacidos. Asimismo, remarcó que "estamos seguros de que se han producido hechos de este tipo, aunque no sabemos si se produjeron pagos o no, lo que sí es verdad es que alguien jugaba a ser dios, decidía si una madre debía quedarse al niño o no y lo daba".

Fernández comunicó a los afectados que "estamos luchando con toda la ilusión del mundo por recuperar a sus familiares", pese a que también el Servicio de Atención a la Familia (SAF) está encontrando "obstáculos en la investigación aunque seamos policías".

El inspector recomendó a las posibles víctimas que soliciten todos los documentos (del hospital, el cementerio o el Registro, entre otros) "por escrito" y que "se personen como acusación particular" en los procedimientos abiertos en los juzgados.

Recientemente, seis familias acudieron al cementerio de La Soledad para señalar ante los agentes el lugar exacto en el que recuerdan que fueron enterrados sus niños. Son, no obstante, unos privilegiados. De hecho, el inspector Fernández indicó ayer que la sepultura general está conformada "por 15 parcelas de 15 por 50 metros, cubiertas de césped y sin indicadores externos" de quiénes están sepultados allí. Se supone que en esta gigantesca fosa común "hay enterradas 27.000 personas sin recursos, de los que más de 7.000 son fetos", lo que da una idea de la dificultad que conllevará encontrar los restos de los críos cuyas desapariciones han sido denunciadas.

Durante el desarrollo de la asamblea de ayer, 31 personas se sometieron a las pruebas de ADN. Jaime Buj, de Neodiagnostica, indicó que la base de datos de su laboratorio alberga por ahora más de mil perfiles genéticos de toda España y que "ya tenemos cinco reencuentros confirmados". El científico destacó que "vuestro código genético es único en el mundo, la prueba sirve para siempre y es invariable".

Neodiagnostica también realiza las pruebas de ADN a los restos de los fetos exhumados en territorio nacional. Buj remarcó que, mientras que del análisis de un hueso adulto se obtiene el perfil genético en días y con una tasa de éxito del 90%, en el caso de los bebés el margen cae hasta el 40% y puede durar hasta tres meses. Eso sí, dejó claro que "un niño no se volatiliza, no se evapora, y si estaba en un nicho o dentro de una caja, ahí deben estar sus restos óseos aunque hayan pasado 40 años". Las exhumaciones las puede ordenar un juez, "pero también se pueden hacer de forma privada, con un coste de entre 1.000 y 1.500 euros".

Durante la reunión de ayer los dos letrados de la asociación, José Luis Orta e Isaac Maestre, ofrecieron asesoramiento a los afectados y respondieron a todas las dudas que les surgen sobre las causas judiciales abiertas en el Palacio de Justicia onubense.

La presidenta de SOS Bebés Robados Huelva, Esperanza Ornedo, recordó que el fin último del colectivo es "encontrar a nuestros niños" y realizó un llamamiento a "los adoptados, apropiados y robados, con la esperanza de que se les ablande el corazón y vengan en nuestra busca cuando vean vuestras caras", las de las madres rotas de dolor por su pérdida.