Voces de Huelva. José Manuel Borrero. decano de los jueces de huelva

"Sigue siendo necesario crear más juzgados, como el Familia 2 y el Social 4"

  • El onubense afronta su tercer mandato como cabeza visible del Decanato después de que los magistrados del partido judicial de Huelva lo reeligieran el jueves por unanimidad

Borrero es puro nervio. Atesora una vitalidad que sólo puede equipararse a su cercanía. Es un hombre al que le gusta "estar con la gente". No le va eso de mirar por encima del hombro pese a ser un "alto ejecutivo" en su jurisdicción. Domina a la perfección la materia. "Nosotros, los magistrados de lo contencioso, somos ese equilibrio que pone orden entre el poder político y administrativo y los ciudadanos; si no estuviéramos, el poder lo arrasaría todo". Ahora afronta otros cuatro años como decano de los jueces de Huelva.

-¿En este nuevo mandato veremos los tribunales de instancia?

-Sería deseable, aunque sin acuerdo de las Cortes mediante una reforma de la Ley del Poder Judicial lo veo difícil, y ello porque su instauración, que ya se ha hecho en otros países de la Unión Europea y que funcionan bastante bien, requiere una inversión económica en medios personales y materiales de cierta entidad por el Estado. Debe ir acompañada de la implantación definitiva de la Oficina Judicial, lo que supone otra forma de trabajar, además de utilizar los medios tecnológicos y de superar los localismos.

-Pero la Oficina Judicial sí existe en otros lugares de España.

-En concreto en las comunidades autónomas donde tiene competencia el Ministerio de Justicia, como Castilla y León, Baleares, Extremadura; y en otras con competencia propia, como País Vasco, La Rioja o Navarra... La Oficina Judicial tiene varios servicios: Servicio Común de Ordenación Procesal, Servicio Común y de Ejecuciones, Unidad de apoyo directo al juez, donde los magistrados cuentan con un gestor y un tramitador de ayuda en su trabajo en exclusiva.

-En Andalucía todavía no se ha implantado.

-Parece que hay voluntad política, pero seguimos en las mismas: ¿cuánto vale? Lo que no es de recibo es esta Oficina Judicial en dos tiempos, con comunidades en las que se monta sin problema y en otras, como la nuestra, en la que no. Es una pena. Pero el problema es de inversión económica y eso no lo podemos resolver nosotros, sino el Estado y la comunidad autónoma. No es porque la Junta de Andalucía no quiera.

-¿Qué balance hace de los ocho años que lleva en el Decanato?

-En 2009 trasladamos el Decanato a la planta baja del Palacio de Justicia, y los servicios comunes, que estaban en la quinta planta y era incómodo para los profesionales y los ciudadanos llegar hasta allí. También se arregló como sede judicial el antiguo edificio de la Delegación de Educación y trasladamos allí los Juzgados de Instancia y Familia y los Juzgados Contencioso-Administrativos, que estaban repartidos en vario sitios de la ciudad, quedando fuera de ello los Juzgados de lo Social, Vigilancia y Menores. Ello supuso una mejor dotación y situación, en cuanto a la sede judicial de estos juzgados, porque cuando estábamos en el edificio de El Punto estábamos instalados en unos apartamentos de una comunidad de vecinos y no parecía que estábamos en una sede judicial. Desde que nos vinimos aquí estamos muy bien.

-Posteriormente se trasladaron a la calle Vázquez López los de lo Social y el de Vigilancia Penitenciaria.

-Es una sede judicial muy buena. El problema es que para resolver asuntos con celeridad y en tiempo se necesitan medios materiales y humanos, y más jueces y funcionarios, ya que si no los juzgados acaban sobrecargados de asuntos y de trabajo y se retrasa la impartición de justicia. Por ello se necesitan continuamente planes de refuerzo. Y las instalaciones del Palacio de Justicia ya sabéis como están. Esto es un laberinto. Estaba pensado para otros tiempos, cuando había menos juzgados y no había tanto volumen de trabajo.

-Hace falta como el comer la Ciudad de la Justicia.

-Pero hay que hacerla. Y por más que lo decimos… el problema es de dinero.

-¿Cree que se perdió la ocasión en los años de bonanza económica?

-Totalmente. Si hubiéramos aprovechado en 2004, tendríamos un edificio con las plantas necesarias para todos los juzgados, servicios judiciales, el Instituto de Medicina Legal, el Servicio de Atención a las Vïctimas de Andalucía (SAVA), Fiscalía y Audiencia Provincial, junto con el desarrollo urbanístico del Ensanche.

-Y con la implantación del nuevo Instancia 8 este año, ¿cómo van de espacio de la vieja sede de Educación?

-Pues ahora nos vamos a ir los Contenciosos de allí, no sabemos aún a qué sitio porque está en licitación. Lo normal es que Instancia entera, junto con Familia, se queden en esa sede y que los tres Contenciosos nos vayamos y quede una instalación libre por si llega el Familia 2. Nuestra nueva sede tiene que tener mil metros cuadrados. Al fin y al cabo somos órganos especialistas y tenemos una clientela diferente a la de civil o penal. Por eso lo mejor, si alguien se va, es que seamos nosotros. Dispersar los de Instancia no tendría sentido. Esto ya está en marcha.

-Es decir, que se vuelven a rediseminar las sedes judiciales.

-Claro. ¿Pero dónde nos metemos? Si yo pudiera elegir..., prefiero tener la sensación de estar en un juzgado.

-¿Con la Ciudad de la Justicia tiramos entonces la toalla?

-Seguimos pensando que hay que hacerla. Creo que todos están por la labor, pero no hay dinero y por delante de nosotros están Sevilla, Cádiz, Jaén. Estamos a la cola. A Sevilla le está costando. Pero la toalla no hay que tirarla porque esto depende del momento. Sitio hay, terrenos tenemos en el Ensanche, que es lo más caro.

-¿Hay fórmula posible?

-Habría que pensar en la fórmula que hizo Córdoba, la de colaboración pública-privada. La ley ahora lo ha quitado, pero tengo más que estudiado el tema y hay fórmulas legales. Muy fácil: la obra te la doy a ti y vale 35 millones. Necesitamos, claro está, que esas empresas sean grandes, con mucha financiación. A cambio, tú me haces la obra y yo me comprometo a pagártela en equis años con un canon, con lo que, como Administración, puedo abonarlo sin problemas.

-Por más que llegue el Juzgado de Primera Instancia 8, muchos órganos siguen sobrecargados.

-Prácticamente todos. Habría que darle una respuesta a esa excesiva carga de trabajo de los jueces, que implica que los señalamientos de los juicios se demoren meses o años, con lo que significa de retraso judicial. Los órganos civiles están por encima del módulo. En el Juzgado Mercantil y en el de Familia hay un juez titular y otro refuerzo, y gracias a ello no se están colapsando. También sabíamos que el Juzgado 6 Bis, creado en exclusiva para atender las cláusulas abusivas, se iba a atascar, pero esperemos que con la puesta en marcha del Juzgado de Instancia 8 mejore su situación. El Primera Instancia 6 Bis se creó en junio y empezó a funcionar en septiembre u octubre. Está arrancando.

-En el momento en el que se cree el 8, ¿desaparecerá el 6 Bis?

-No, no. Siguen los dos, con reparto de asuntos probablemente. El 8 ayudará mucho a que mejore la jurisdicción civil. Pero sigue siendo necesario crear mas juzgados: otro de Familia, otro de Social y un juzgado Mercantil exclusivo.

-¿En qué hemos mejorado desde 2014, cuando empezó su segundo mandato, a esta parte?

-Se aprobó la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial pero, sobre todo, en la justicia digital.

-Caminamos hacia el papel cero y el expediente digital.

-Todavía lo tenemos a distancia. La apuesta es correcta, pero es como todo. Tenemos ordenadores, pero si tengo diez gigas el disco duro empieza a comérselo, si tengo 500, tengo más capacidad. Cuando se monta Lexnet, se hace con los gigas que había en Madrid. En los primeros meses de 2016 esto era caótico, porque aparte conllevó cambiar todo el sistema de trabajo de los funcionarios. Aunque ahora podemos decir que se ha mejorado el sistema y está funcionado mejor, pero hay que invertir en medios tecnológicos.

-¿Y qué es del Decanato?

-Pues cuenta, como siempre, con escaso personal, pues somos el Decanato de Andalucía que tenemos menos funcionarios en la oficina judicial, cinco, con dos de baja en la actualidad. Los de otras provincias tienen una media ocho funcionarios y eso corresponde arreglarlo a la Junta de Andalucía.

-¿Hay solución a la vista?

-Esperamos conseguirlo antes del verano, pues sino se arregla esta situación, se esta paralizando el registro de los asuntos y, en consecuencia, el funcionamiento de todos los juzgados se demora. Por activa y por pasiva parece que no lo entienden. Es necesario que la Consejería de Justicia se implique mas en la gestión administrativa de los medios materiales y personales del Decanato y de los juzgados.

-Si suma personal, habrá menos espacio.

-El Decanato necesita más sitio. Y no debe irse del Palacio de Justicia. Habría que ampliarlo o que el Decanato se vaya al servicio común y los unificamos. A esto hay que darle ese giro para que funcione mejor y ahora salen las cosas, aunque tarde, gracias al trabajo de los funcionarios y de la letradas de administración de Justicia y la secretaria coordinadora provincial.

-¿Qué otros proyectos tiene para estos cuatro años de mandato que se le avecinan?

-Quiero instalar en el Palacio de Justicia una oficina de información al ciudadano. Te vas a cualquier sitio y eso es lo primero que te encuentras. Un lugar en el que te indiquen adónde está el juzgado o qué debes hacer. Porque ahora son los guardias civiles de la puerta los que les indican como pueden, y la gente se pierde o acaba preguntando en el Decanato e interrumpen el trabajo de los funcionarios. El servicio de información tendría que estar en la entrada a la sede judicial, con un funcionario que pueda informar. También se están empezando a instalar unas dependencias para que funcione el servicio de mediación en asuntos civiles.

-Pero hay más.

-Otra cosa que quiero hacer es que hay muchos exhortos que vienen de toda España y en otros Decanatos tienen una sala de vídeoconferencias para la tramitación de los mismos. Porque eso hace que los juzgados pierdan buena parte de sus días de juicio dedicados a hacer las pruebas de otros puntos de España. Lo suyo sería tener una sala, con un agente judicial. Eso nos quitaría mucho trabajo y evitaría la pérdida de tiempo. Con este sistema se evitaría que nuestros jueces acaben viendo una prueba que al final es para otro órgano.

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