Huelva

Separados por una mesa

  • Una nueva junta directiva de la asociación Mesa de la Ría pide la salida del Grupo Municipal

  • La junta elegida en agosto, con los dos concejales, se arroga toda legitimidad

Componentes de la nueva junta directiva elegida el 16 de diciembre pasado.

Componentes de la nueva junta directiva elegida el 16 de diciembre pasado. / H.I.

El año 2019 partió con una junta directiva en la asociación Mesa de la Ría, la misma de cuatro años atrás. Este 2020 ha comenzado con dos, otras dos nuevas: una elegida en agosto y otra en diciembre. Ambas se arrogan la misma legitimidad que no reconocen en la otra. Ambas se consideran dignas herederas de la marca que ha conseguido el mayor respaldo social en Huelva. Las dos andan enzarzadas en una pugna que, en principio, no tiene fin. Si acaso, cuando hablen los tribunales. O cuando una de las dos directivas de su brazo a torcer. Y esto también, a día de hoy, parece bastante improbable.

El nuevo capítulo de este pulso se vivió ayer, cuando la junta elegida el 16 de diciembre pasado y presidida por Francisco Rodríguez, emitió un comunicado con el que expresan su desvinculación del grupo político, el municipal, el que ahora cuenta con dos concejales en el Pleno del Ayuntamiento de Huelva. Actúan por “la deriva política que ha tomado el grupo”, porque “ya no representan los intereses de la organización”. Porque, dice su presidente, sus acciones no coinciden “con el espíritu de Mesa de la Ría”.

Dicen desde esta junta, la de diciembre, que empiezan su trabajo dispuestos “a regenerar” la asociación, “corregir comportamientos y actitudes ajenos al espíritu de la organización, centrándose en los verdaderos objetivos que fueron la base de este movimiento ciudadano”.

En frente, la otra junta directiva, la que resultó elegida el 8 de agosto, presidida por Juan Manuel Buendía, y con los dos concejales del grupo, Rafael Gavilán y Francisco Romero, entre sus componentes. Designados directamente, aseguran, “por los socios de pleno derecho de esta organización, en las condiciones que establecen sus estatutos sociales (estar dados de alta a la fecha de la convocatoria y al corriente de pago en las cuotas)”.

Es lo que indicaba el comunicado publicado en la web de Mesa de la Ría el pasado diciembre. Y dan validez a su elección porque la junta directiva que presidía Aurelio González a comienzos de 2019 “no estaba vigente porque sus cargos habían caducado en enero de 2019, con lo que los propios asociados, mediante firma del 10% del censo, fueron los convocantes de dicha asamblea”.

Dicen, igualmente, que su vigencia se fundamenta también en la ausencia de impugnaciones “por los cauces legales pertinentes, con lo que su validez es incuestionable e inatacable, al haber adquirido firmeza desde el punto de vista legal”.

La junta directiva de Francisco Rodríguez asegura que sí está impugnada ante los tribunales, y que serán estos los que deban pronunciarse pronto. Porque no llevaba la convocatoria la firma del presidente de entonces, Aurelio González, además de que se hizo en las dependencias del Grupo Municipal en el Ayuntamiento y no se permitió la entrada a todos los socios que quisieron acceder.

El 16 de diciembre se hizo otra convocatoria, cuenta Rodríguez a este periódico, “en el hotel Los Condes, donde siempre, y se permitió la entrada a quien quiso”. Fueron convocados 59 socios, asegura, de los que 46 asistieron y votaron de forma unánime a su candidatura, la única presentada. La de agosto, apuntan, sólo tuvo el respaldo de diez asociados.

La inscripción en el Registro de Asociaciones andaluz está ya tramitado por Rodríguez. No lo está por Buendía por la falta de la firma del presidente saliente, Aurelio González. No se sabe si será efectivo el registro presentado.

Las posturas están enfrentadas y no parece posible la reconciliación. Todo podría pasar irremediablemente por los juzgados. O porque la mesa se parta en dos.

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