Huelva

La Policía Local, al descubierto

  • la Jefatura del cuerpo de seguridad municipal clausuró ayer unas jornadas de puertas abiertasl todo sobre la policía Durante 2 días, los onubenses han podido conocer cuáles son los medios y servicios que los agentes locales prestan.

La Comisaría de la Policía Local parecía competir ayer por la mañana con cualquiera de los tramos de la calle Concepción. Era tal cantidad de personas deambulando por sus pasillos y salones, que más que una comisaría, aquello se asemejaba a un centro comercial abierto, en Navidad. Colectivos de vecinos, grupos escolares, y particulares de a pie se habían acercado hasta allí aprovechando las Jornadas de Puertas Abiertas con las que este cuerpo de seguridad municipal quería dar a conocer sus medios y su trabajo a los onubenses.

Para tal fin, el diáfano hall principal de su jefatura despertó como si de una sala de museo se tratase. Los diferentes uniformes que ha llevado la Policía Local, las armas, los sistemas de transmisiones que se han ido sucediendo, los radares, lo más antiguos y los más modernos, recortes de prensa de los actuaciones más relevantes e incluso las primeras nóminas de los agentes… conformaban un recorrido expositivo que da cuenta de lo que fue y de lo que hoy es la policía municipal.

El deambular de personas continuaba. "Se han desbordado todas las previsiones", reconocían, algunos agentes, a la vez que controlaban la situación. Mientras los alumnos del colegio Virgen del Rocío observaban armas y gorros en una de las vitrinas expuesta, los vecinos de la Asociación de Huerta Mena se adentraban en la historia de este cuerpo municipal que surgió allá por el 1925. Primero se les mostró las máquinas de escribir y otros obsoletos objetos con las que trabajaban los agentes del departamento de administración. "Un departamento, si cabe más importante que otros que forman esta jefatura porque si todo lo que entra aquí de la calle: denuncias, expedientes… no se le da la tramitación adecuada nos encontraremos con que la mayoría de las actuaciones se quedarían en una cajón guardado y no tendría sentido ese trabajo en la calle", apuntaban el inspector jefe Juan Sayago, ayudándose del pasado para explicar el trabajo actual de sus compañeros.

Pasado aún más evidente, cuando el recorrido invitaba a hacer parada frente a los traje de gala. Flanqueando la evolución de esta vestimenta, una joya textil. La indumentaria de un motorista, con chaqueta de cuero, a puro estilo Marlon Brando. "En los años 40, el único vehículo policial que existía eran las motos", apuntaba Sayago, dirigiéndose a un panel con fotos antiguas donde, de nuevo, el pasado de este cuerpo volvía a resurgir de sus cenizas. Vestidos de militares, con salacot, subidos a un montículo desde donde regular el inexistente tráfico. "Con o sin movimiento, estos agentes tenían que estar ocho horas ahí subidos, y algunos andando sobre las aguas, como muestra esta imagen cuando subía la marea y se inundaba la calle Marina". Imágenes, en definitiva que atestiguan el gran cambio experimentado este cuerpo con el paso de los años. Evolución más patente cuando se visita la exhibición de defensa personal y técnicas de prácticas de tiro, realizadas en unas modernas instalaciones con los últimos avances tecnológicos, espejo de lo que es hoy esta jefatura de policía, que nada tiene que ver con la antigua, ubicada donde hoy se levanta lo que será, algún día lejano, el nuevo mercado de abasto de la ciudad.

"Queremos dar a conocer lo que es nuestro trabajo, que no se ciñe exclusivamente a las típicas denuncias y multas. Pretendemos mostrarnos no sólo como un cuerpo de seguridad que causa molestia a las ciudadanos, sino todo lo contrario, que estamos al servicio de ellos, que estamos para ayudar en lo que se pueda. Uno de los objetivos de estas jornadas de puertas abiertas es intentar cambiar esa obsoleta imagen que de nosotros tiene parte de la sociedad, imagen o mentalidad que también se va desterrando dentro del propio cuerpo en sí con la entrada en el mismo de agentes jóvenes cada vez más preparados, mucho de ellos incluso universitarios", resumía Francisco Burgos, el presidente de la Asociación Cultural de la Policía Loca de Huelva, a la vez que era engullido por un grupo de escolares, que entusiasmados se hacían dueño de la flota automovilística de este cuerpo de seguridad municipal.

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