Moguer es la protagonista por excelencia de la cultura española en el año que conmemora el centenario de la célebre obra Platero y yo, pero durante esta semana cede su rol principal al autor de la misma, Juan Ramón Jiménez. La localidad se reinventa como escenario real que otrora refugiara la vida del premio Nobel, reencarnado en Miguel Rellán García, actor conocido por su participación en la serie Compañeros y que, por otro lado, guarda un parecido más que razonable con el insigne poeta.

El artífice del homenaje, Bartolomé Fernández, es licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla y se enfrenta a un nuevo reto con Mariposas Blancas, el cortometraje en el que recogerá los paisajes de la vida del escritor reflejados en Platero y yo, prosa referente al epílogo de la etapa sensitiva de su obra. El director se inspira en la simbología que entrañan las mariposas blancas dentro del repertorio del literato onubense, en las que reflejan el paso entre la vida y la muerte, desde un prisma no necesariamente negativo. En la realización del film también participa el actor onubense Javier Mora, conocido por pasar por las televisiones españolas en las series Los Protegidos y El síndrome de Ulises.

El proyecto, que inicia ahora la fase de postproducción, tiene previsto su estreno para el próximo Festival de Cine Iberoamericano en el mes de noviembre. Distribuida por Lineup Shorts, no se descarta su aparición en otros 20 festivales de cine españoles más.

La película está producida por la Asociación Visiona y cuenta con el patrocinio y el apoyo del Ayuntamiento de Moguer, volcado con todas las actividades relacionadas con la vida de su hijo predilecto, la Diputación Provincial de Huelva y la Fundación Cajasol, que se encuentra actualmente en busca de más inversores privados que deseen intervenir en el corto.

Dani Verum, presidente de Visiona, asegura orgulloso que este tipo de trabajos sirven para demostrar el emergente tejido industrial que se viene generando desde hace un año en la provincia onubense, que acoge "al menos el rodaje de un corto al mes". A pesar de la viabilidad que aporta esta red de artistas y técnicos audiovisuales para la exportación de la cultura propia, Verum lamenta "profundamente" la actitud por parte de la Administración pública, la cual le prometió hace más de un año una cantidad de dinero para empezar el proyecto que, a día de hoy, aún esperan. "Los pasos con ellos, de momento, van demasiado lentos", sentencia.

"Estamos teniendo que suplir la falta de apoyo poniendo el dinero por adelantado de nuestro propio bolsillo" aunque resalta que, en ocasiones, ese no es el principal problema, ya que "normalmente ni siquiera le pedimos dinero a la Administración, tan solo apoyo traducido en concesión de espacios para rodaje, pero incluso para ello nos ponen trabas", añade.

Enmarcado en el Año Platero 2014, la cinta refuerza aún más la labor cultural en la que está inmersa el municipio onubense, volcado completamente en la figura del célebre escritor y cuya casa continúa siendo reclamo de turistas venidos de todas partes del mundo.