La provincia de Huelva está saturada comercialmente por grandes establecimientos de alimentación. Especialmente en la Costa Occidental y en la capital y su área de influencia, donde la oferta de este tipo de locales llega a superar a la demanda al menos un 30 por ciento, según se recoge en el Plan Andaluz de Orientación Comercial (PAOC 2007-2010) recientemente aprobado por la Junta de Andalucía, en el que se sientan las bases para regular la concesión de licencias comerciales a grandes establecimientos, para alcanzar el equilibrio entre los diferentes formatos comerciales que se asientan en cada provincia.

En Huelva 'sobran' establecimientos de alimentación o al menos su implantación no se corresponde con la demanda que, según la Junta, existe en la provincia, que para su análisis tiene en cuenta a los residentes, estén empadronados o no, además de la población estacional, aunque no considera a los que se desplazan desde otras localidades limítrofes como Portugal para realizar sus compras. En términos generales, esta desviación entre oferta y demanda se cifra en el 24 por ciento; si bien el PAOC determina cinco zonas diferentes en la provincia para llegar a este balance. Así, en la capital y su área de influencia (Huelva, Aljaraque, Gibraleón, Moguer, Palos de la Frontera, Punta Umbría, San Juan del Puerto y Trigueros), con 15 grandes superficies (cuatro de ellas, en proceso de apertura), se calcula que existe un gasto per cápita en alimentación (euros por persona y año) de 1.810 euros (el mayor de la provincia), lo que al final se traduce en una demanda de 503,6 millones de euros al año, frente a una oferta de 653,9 millones de euros al año, lo que deja una desviación del 30 por ciento. Un porcentaje que no se repite y ni siquiera se acerca en el resto de capitales andaluzas, donde la media entre la oferta y la demanda llega incluso a invertirse; es decir, que hay menos oferta de grandes establecimientos de alimentación que demanda (-2 por ciento). Mayor aún es la sobreoferta que en este tipo de establecimientos existe en la zona de la Costa Occidental (en la que el PAOC incluye Ayamonte, Cartaya, Isla Cristina, Lepe, San Silvestre y Villablanca). En este caso, mientras la demanda en el formato alimentario alcanza los 184,7 millones de euros al año, la oferta se acerca a los 262 millones, lo que deja una diferencia del 42 por ciento. En el resto de la provincia la situación se repite, si bien los desajustes no son tan exagerados: en la zona del Condado la desviación entre la oferta y la demanda es del 26 por ciento; en el Ándevalo, del 19 por ciento y en la Sierra, del 4 por ciento, lo que deja prácticamente una situación de equilibrio (la única que se da en este sector dentro de la provincia).

Junto a la alimentación, el único formato comercial que establece una sobreoferta es el que corresponde a establecimientos dedicados a la venta de electrodomésticos, en los que la oferta supera a la demanda de la provincia en un 3 por ciento.

En el resto, existe déficit. Especialmente, en los sectores de vehículos y carburantes, muebles y bricolaje. En el primero de ellos, la falta de establecimientos es clara según el PAOC, ya que la diferencia entre la oferta y la demanda es del 49 por ciento (esta vez negativa), una situación que se corresponde con la media andaluza, si bien en el resto de sectores no ocurre lo mismo. Así, en el grupo de grandes establecimientos de muebles (que incluyen también el resto de equipamiento para el hogar) el balance comercial arroja un déficit en la oferta del 27 por ciento en la provincia (el mayor de toda Andalucía, donde la media también apunta a una carencia, pero del 7 por ciento). En Bricolaje ocurre lo mismo: mientras que en Huelva la desviación entre el volumen de negocio que ofrecen los establecimientos ubicados en la provincia y un 24 por ciento menos que la demanda que realizan los habitantes , en el resto de Andalucía esta diferencia sólo alcanza el 5 por ciento, dejando zonas como la Bahía de Algeciras donde hay incluso una sobreoferta del 20 por ciento. En jardinería, la desviación, al igual que en el sector del ocio y cultura (prensa, papelería, libros, óptica, fotografía y artículos de precisión), alcanza el 15 por ciento, similar al del equipamiento personal (textil, prendas de vestir, calzado y cuero) y deportes y juguetes, con una diferencia entre la oferta y la demanda del 11 y del 19 por ciento, respectivamente.